ENTREVISTA A LUIS LODOS, GUIONISTA Y DIRECTOR DE “QUEMANDO SUERTE”

Mañana, 19 de agosto se estrena en Barcelona, “Quemando suerte”, cine negro, original, rodado con poco presupuesto, por ello hablamos ahora en el Cine Español por Dentro con su director y guionista, Luis Lodos (Las Palmas de Gran Canaria, 1977).

J.L.P Preséntate directamente a nuestra audiencia.

Luis Lodos: Empecé a realizar cortos a los trece años. Estudié ingeniería y dirección de cine, pero aprendí casi todo lo que sé por la experiencia.

Rodé unos cincuenta trabajos amateur, entre piezas, cortometrajes y mediometrajes. Algunos de estos cortos fueron populares en los comienzos de Internet, antes de YouTube. Finalmente, en 2007 me embarqué en “Quemando Suerte”, mi primera película.

J.L.P ¿Cómo surgió el proyecto “Quemando suerte”?

L.L: Llevaba dos años desarrollando un largometraje de ciencia ficción, cuando la productora que lo llevaba decidió retirarse. Entonces, empecé a escribir un guión que pudiera realizarse sin medios. Inventé una historia urbana, algo que pudiera ocurrir en cualquier momento y en cualquier ciudad, pero que nunca saldría en las noticias. Poco a poco se fue condensando en diferentes versiones, cada vez más esquemática, más visceral y más oscura. La última versión del proyecto la realicé cuando entró en escena la productora, Encarna Mateos, adaptando la historia al tiempo y a los medios de los que íbamos finalmente a disponer.

El título de la película viene de la creencia de que la suerte de una persona es limitada y más vale utilizarla (quemarla) toda en un momento, que distribuirla durante toda una vida. A día de hoy, no tengo esta creencia.

J.L.P ¿Qué películas son tus favoritas y cuáles han sido un referente a la hora de preparar “Quemando suerte”?

L.L: Se me hace muy difícil decidir cuáles son mis películas favoritas. Disfruto hasta con las películas supuestamente malas. Todas tienen su encanto, su particularidad, su belleza… No podría quedarme sólo con unas pocas.

Recuerdo que hubo un par de referentes muy al principio del desarrollo, pero finalmente descarté todo para permitir que la historia fuera surgiendo por sí misma.

J.L.P ¿Eres un aficionado del género negro? ¿en el guión inicial ya había esa tendencia al “noir”?

L.L: Este género me resulta muy romántico, tal vez porque  mi propia adolescencia tuvo cierto tinte de cine negro. Hay retales de amigos de aquella época en varios personajes. Tampoco es casualidad el ambiente industrial, ya que uno de mis padres trabajaba en el puerto.

El guión inicial tenía más humor y personajes. Como te comenté, toda la historia se fue oscureciendo en cada versión. Al ver las primeras escenas montadas, me di cuenta de que la película encajaba con el género negro. No lo busqué desde el principio, me hubiera parecido pretencioso.

J.L.P ¿Qué fue lo más difícil a la hora de preparar la peli?

L.L: Dado que este era mi cuarto intento de realizar un largometraje en diez años, lo más difícil fue afrontar la incertidumbre de si esta vez lo conseguiría o no. Fue un acto de fe.

J.L.P Todo el reparto está muy bien ¿cómo consigues ese casting? ¿cómo preparas a los actores para rodar?

L.L: Anteriormente ya había trabajado con todos los actores en diferentes cortometrajes. Los conocía bien y confiaba en ellos plenamente. Al protagonista, José Luis Martel, sólo lo conocía de un rodaje ajeno, pero no dudé en arriesgarme, seguí una intuición.

En un principio, David Pantaleón iba a interpretar al antagonista y Carlos de León a su socio. Por circunstancias, los papeles se invirtieron y los personajes adquirieron profundos matices, que no me esperaba.

Sobre la preparación, intenté planificar el rodaje para facilitar el trabajo de los actores. Dentro de una escena, busqué que la mayoría de los planos fueran cronológicos, para evitar saltos en el estado interpretativo de cada actor. También dejé un margen para que me sorprendieran.

J.L.P ¿Qué te interesa más dirigir o escribir?

L.L: Para mí, escribir es como inhalar y dirigir como exhalar. Por el momento no puedo prescindir de ninguno de los procesos.

J.L.P La parte de animación está muy lograda ¿qué proceso seguiste?

L.L: De forma natural y desde el primer corto, fui incorporando animaciones y efectos especiales a mis proyectos. Para “Quemando Suerte”, añadí varios elementos. Unos fueron efectos clásicos como disparos, explosiones y humo. Otros, de integración 3D como un vaso que se cae o un espejo que rompe. También hay una pequeña animación donde vemos diferentes parodias de la secuencia final. Finalmente quedan algunas cosas que no son tan evidentes, como sangre, agujeros de bala en la pared…

Actualmente he aparcado esa faceta como animador 3D y de efectos especiales, en favor de nuevos retos.

J.L.P Uno de los elementos clave de la película es la música de Lisandro Rodríguez ¿qué indicaciones le diste? ¿cómo os conocisteis?

L.L: Con el bajo presupuesto de que disponíamos, habíamos asumido que utilizaríamos librerías digitales. Entonces conocí a Lisandro gracias a un ex-productor musical que conocía el proyecto. Resultó ser una bendición.

A fin de facilitar su trabajo, hice un montaje previo utilizando una selección de temas musicales para que le sirvieran de referencia. Lisandro no dudó en borrar todo el audio de referencia y decirme “tú déjame a mí”. Efectivamente, empezó a enviarme temas al tiempo que yo seguía montando la película. Todo empezó a encajar de manera espectacular. Estaba abrumado por la calidad de los temas, así que le di toda la libertad posible por respeto al magnífico trabajo que nos estaba ofreciendo.

Uno de los puntos clave fue que el guión estaba pensado para 70 minutos de duración. Buscando una mayor difusión en la distribución, se decidió estirar el metraje hasta los 80 minutos. Evidentemente el ritmo de la película se resintió y fue crucial la música de Lisandro para mantener el enganche con el espectador.

J.L.P ¿Cómo ves el panorama actual del cine español?

L.L: Me resulta complejo. Me gusta inventar nuevos caminos.

J.L.P ¿Crees que en España se puede hacer cine independiente de calidad como tu película?

L.L: Sin duda. Conozco a varios realizadores que se están abriendo paso de forma independiente y que lo acabarán consiguiendo, como Jonás Domínguez (http://vimeo.com/jonasdominguez), Manuel León (http://vimeo.com/leoncaballero) o David Xarach (http://vimeo.com/dxarach).

J.L.P Háblame ahora de tus proyectos

L.L: Ahora mismo estoy preparando un proyecto de ciencia ficción, fantasía y espiritualidad, junto a la ilustradora Itahisa López (http://itahisalopez.carbonmade.com). Será autoproducido, por el momento. Es el primer proyecto de una nueva etapa para mí.

En 2010, decidí parar completamente, para reflexionar y dar un nuevo rumbo a las historias que anhelo contar. Estos nuevos proyectos podrán verse próximamente en www.vimeo.com/luislodos.

J.L.P ¿Qué aficiones tienes?

L.L: Cuando no estoy preparando proyectos de cine y videojuegos, simplemente trato de cultivar cuerpo, mente y espíritu.

J.L.P En tu guión está muy bien trabajado todo el andamiaje (flashbacks, imágenes en paralelo, etcétera) ¿cómo consigues esa armonía?

L.L: Hago muchos esquemas y diagramas de mis historias. Es una herencia de mis estudios de ingeniería. Ahora trato de ser más intuitivo y buscar esa armonía improvisando de vez en cuando.

J.L.P ¿Qué fue lo más difícil del rodaje?

L.L: Lo más difícil que me resultó fue mantener un estado permanente de conexión con la historia. Con el tiempo, entras en una especie de trance durante el rodaje.

J.L.P ¿Cómo planificaste la película?

L.L: Tenía pensado rodar la película por mi cuenta a lo largo de varios meses, según dispusiera de tiempo. La llegada de la productora, Encarna Mateos, aceleró todo el proceso.

Realizamos una planificación flexible, que permitiera imprevistos (de hecho el actor principal sufrió un esguince durante una escena de acción, pero eso no retrasó el rodaje). También priorizamos sobre la disponibilidad de escenarios y buscamos concentrar las escenas de los actores. Resultaba importante, no desgastar a nadie del equipo.

J.L.P ¿Cuánto tiempo duró la filmación?

L.L: Trece días repartidos en cuatro semanas, si no recuerdo mal.

J.L.P ¿Dónde y cuándo se hizo la posproducción?

L.L: Yo me encargué del montaje y efectos especiales a lo largo de tres meses. Lisandro realizó la banda sonora en su estudio personal. Un pequeño estudio de sonido realizó la sonorización y la mezcla con la banda sonora. Finalmente la productora encargó el resto del material necesario para distribuir la película.

J.L.P ¿Cómo ves la situación actual de la distribución en España?

L.L: Puedo hablar sólo desde mi experiencia con esta película. “Quemando Suerte” ha podido ser vista en varios festivales y está pendiente de estrenarse en dos salas, como el cine Alexandra de Barcelona el 19 de este mismo mes. Esperemos que sean más y finalmente se pueda exhibir en televisiones e Internet. Está siendo una carrera de fondo.

J.L.P ¿Cómo ves la relación entre internet y cine?

L.L: Como todas las relaciones, destinados a entenderse.

J.L.P Me gustaría que contaras alguna anécdota del rodaje

L.L: Se montó un buen espectáculo cuando aparecieron en el rodaje la escuadra completa del grupo de airsoft y recreación histórica AATB (http://vimeo.com/25140946). Les tuvimos subiendo y bajando las escaleras de un hotel ante la atónita mirada de algunos turistas. Debieron perder varios kilos sudando bajo el equipo. Después nos enteramos de que ni habían comido, pero no hubo ni un rechistar. ¡Eran tipos realmente duros! Estaremos eternamente agradecidos. Su secuencia fue de las mejores.

J.L.P En algunas escenas se nota la carencia de medias, en caso de haber sido posible trabajar con más presupuesto ¿qué habrías cambiado?

L.L: De haber tenido mayor presupuesto, hubiera añadido más escenas para detallar matices de la historia que quedaron poco definidos. También hubiera priorizado tener una cámara mejor y un asistente de dirección.

En todo caso, pienso que las cosas fueron como tenían que ser.

J.L.P ¿Cómo creaste los personajes?

L.L: A la protagonista femenina la creé, desde un principio, pensando en la actriz Yazmina Ramírez, que era toda una inspiración. El resto de los personajes fueron creciendo alrededor de un nombre peculiar (Marc, Tak, Kevlar…). Hubo personajes que fueron desapareciendo o fusionándose con los principales. Finalmente, algunos empezaron a tomar vida propia, hasta el punto que podía sentir sus miradas en cada línea del guión.

J.L.P ¿Qué recuerdos tienes de la infancia en referencia a las salas de cine y de las primeras películas? ¿te ayudaron a formarte como persona y como cineasta?

L.L: Pasé varios años de mi infancia viendo películas en un proyector de ocho milímetros. Recuerdo una vez, que mi tío rodó un pequeño corto. Tendría yo unos cuatro años. Lo proyectaron delante de toda la familia. En una escena, mi tío moría y yo lloré con mucho sentimiento. Toda mi familia me decía que no pasaba nada, que mi tío estaba a mi lado. Pero yo recuerdo perfectamente que no lloraba por mi tío, sino por ese chico que murió en la pantalla.

Seguramente, en ese momento decidí ser director de cine.

J.L.P ¡Muchas gracias, Luis! Espero que “Quemando suerte” se estrene pronto en más ciudades.

L.L: ¡Mil gracias a ti José y al Blog del Cine Español por hacerse eco de nuestro modesto proyecto! ¡Un abrazo!

                             José López Pérez