ENTREVISTA A ABRAHAM LÓPEZ GUERRERO, DIRECTOR DEL CORTOMETRAJE “BLUE & MALONE. CASOS IMPOSIBLES”

Antes de conocerse su nominación al Goya en la categoría de mejor cortometraje de animación, entrevistamos a Abraham López Guerrero, director del magnífico corto “Blue&Malone. Casos imposibles”, una producción de Esdip Animation Studio, que cuenta en su reparto con Aura Garrido y Álex O’Dogherty más los originales personajes Mortando y Gato que ya tuvieron su presentación con “Blue & Malone: detectives imaginarios”, un corto que también consiguió nominación al Goya en 2014.

Os dejamos con nuestra entrevista a Abraham López Guerrero:

– En primer lugar, ¿cuéntanos dónde y cómo surge la idea de crear estos divertidos seres imaginarios?

– En realidad es algo casi autobiográfico. Fui hijo único durante muchos años (catorce hasta que llegó mi hermana) mis padres trabajaban un montón y me pasaba muchas horas solo en el portal, en casa o en el patio sin mucho más que hacer que imaginar aventuras. Mi primer amigo imaginario fue Tony, el tigre de los cereales Frosties, así que se le puede considerar un antepasado de Big Blue Cat. Después vino Elliot, el dragón de la peli Pedro y El Dragón Elliot. Luego recuerdo que estuve muchos años imaginando que la nave de E.T. aterrizaba en mi jardín.

– Imagino que el corto “Blue&Malone. Detectives imaginarios” sería todo un éxito cuando ha dado lugar a una segunda parte, algo poco habitual en el mundo del corto.

– Pues sí, sí que lo fue. Y aún más que festivales y premios, que tuvo un montón, fue la propia gente. Estuvimos recibiendo mails y cartas (incluso en papel) de niños y niñas y papis de todo el mundo. Dibujos, felicitaciones y había como una sensación general de que las aventuras de Blue y Malone debían de continuar. Es muy difícil que un cortometraje, como comentas, tenga fans, tenga un contacto real con el público, porque los cortometrajes no suelen llegar tan lejos como las pelis, pero en este caso, la gente estaba esperando más aventuras de los detectives imaginarios.

– Te está preguntando alguien que sabe muy poco de animación por lo que, ¿me podrías explicar qué es lo más difícil a la hora de mezclar imagen real con animación como en tus cortos de “Blue&Malone”?

– La verdad es que es todo difícil. Por un lado el trabajo de Aura, la actriz que da vida a Berta, fue esencial, ya que todo se construye en base a su imaginación, a su capacidad de trabajar con “actores” que no existen. Por otro, técnicamente es un reto que los personajes ocupen un espacio dentro del mundo real. Las cámaras deben ser duplicadas y transportadas sin fallo alguno al entorno 3D donde habita el personaje. La óptica, la focal… la luz debe ser igual. Es un proceso que mezcla técnicas como la iluminación HDRI que capta la información de iluminación del set de rodaje y el buen hacer tanto del director de foto y el gafer de imagen real, como del iluminador de personajes 3D. En definitiva, es una mezcla un poco imposible que se hace viable gracias a la comunicación entre los artistas de los dos mundos. El departamento técnico, encabezado por Esther Encabo con Jorge Medina y Juanjo Gonzalez, fue esencial para mantener los dos mundos en sintonía, y crear, no una película de animación dentro de una de imagen real, sino una sola película, un solo universo. Otra buena decisión, desde luego, fue usar marionetas gigantes, ficticios a tamaño real que nos construyó una maestra fallera para que Jorge Roig, el dire de foto, pudiera iluminar a los personajes en el set. Esto también ayudó a Aura a tener una referencia en los ensayos del lugar que Gato y Mortando ocupaban en el espacio y cómo era su aspecto en el rodaje.

Aún recuerdo la primera vez que Aura los vio. Los guardamos en el almacén del teatro y solo los sacamos, cuando ya estaba todo preparado para rodar e iluminar, para sorprender a Aura y a Jorge. Teníais que haber visto sus caras cuando vieron a un enorme gato de peluche ahí, mirándoles “¿Qué, cuando empezamos?”

– ¿Cuánto tiempo os llevó realizar el cortometraje “Blue&Malone. Casos imposibles” y cuántas personas trabajaron en el mismo?

– Pues como director y guionista estuve trabajando en el proyecto durante seis años. El equipo se empezó a incorporar escalonadamente los últimos cuatro. Al principio éramos unos pocos. Helena Manzano, haciendo test de modelado; Virginia Fuentes, colaborando en el guion; y los diseñadores de personajes Arturo Hernández y OÓscar Vargas. Mientras avanzábamos Kenny Ruiz, Santiago Vélez y Víctor L. Pinel empezaron el story board.

La producción como tal han sido alrededor de cuatro años, y el momento de máximo equipo fueron los últimos dos. Unos doscientos artistas han trabajado en el cortometraje en distintas fases y en el momento en el que más personas había en el proyecto simultáneamente, estos dos años atrás, hemos debido de ser unos cuarenta. Hemos de tener en cuenta que aunque el resultado pueda estar a la altura de un gran estudio, ha sido Esdip Animation Studio, la productora de la escuela ESDIP la responsable del proyecto, en colaboración con Wise Blue e Indian Salon Films. Es decir, es una producción independiente y guerrillera, que se ha desarrollado mientras muchos dábamos clases o hacíamos labores en otros trabajos. Por supuesto, ha sido un proyecto ambicioso con vocación de levantar estudio y películas; pero hecho de una forma bastante modesta, con más ilusión, organización y ganas que presupuesto.

– Además, hace unas semanas se hizo público que los personajes de estos cortos darán lugar también a una serie y a un largometraje, ¿qué nos puedes contar al respecto?

– Pues aún estamos comenzando el desarrollo. Por un lado, la idea de realizar una peli sobre Blue y Malone viene de largo, desde el primer cortometraje. Mientras avanzábamos con este segundo corto hemos desarrollado el guion del proyecto de peli El Viaje Imposible entre Fabrice Ziolkowsky y yo. Fabrice fue el guionista de Secret Of Kells, la peli de Cartoon Saloon que estuvo nominada al Oscar en el 2010. El largometraje arranca en un verano de esos en los que las cosas comienzan a cambiar para un niño. Vive feliz con sus amigos imaginarios y de pronto conoce a una niña que no necesita imaginar fantasías porque ella es fantástica en sí misma. Una aventurera real cuyo patio de juegos es el mundo real. Nuestro niño deberá elegir entre seguir en su mundo imposible pero seguro, o emprender la aventura definitiva: crecer. De esta forma, el largometraje es como una precuela del corto, y cuenta como Gato y Mortando se conocieron y vieron como su mundo cambió cuando sus niños se hicieron mayores. Pretendemos que sea una película española rodada en el sur, en Andalucía, donde hay maravillosos paisajes fronterizos idóneo para rodar pelis de aventuras diferentes, con un sabor propio nuestro. Ya tenemos un draft 2 de guion y algunos intereses sólidos. Este 2021 y 2022 nos embarcaremos en la etapa de ronda de mercados y avances en financiación.

Por su lado, la serie es una secuela directa del corto y narra las aventuras de Gato y Mortando en su viaje por el mundo resolviendo casos de los niños que les llaman. Hay una trama global que trata sobre los poderes de Gato, que es el único ser imaginario capaz de saltarse las leyes e intervenir en la realidad. Va a parecerse a una mezcla entre Roger Rabitt y La Historia Interminable, digamos, con un mundo fantástico y un mundo real separados por una delgada frontera que no siempre se mantiene firme. La idea sigue siendo hacerla mezclando imagen real y animación 3D, incluso marionetas, y estamos explorando las técnicas nuevas de escenarios virtuales a lo Mandalorian que ya se están desarrollando en España. Es una técnica ideal para lo que nosotros tenemos en la cabeza.

– Este año solo se ha presentado una película de animación a los Goya. Desde tu punto de vista, ¿qué falla en nuestra industria para que ocurra que vengamos de un año con grandes películas de animación como “Klaus” y “Buñuel en el laberinto de las tortugas” y, luego, ocurra esto?

– Por un lado es cierto que faltan mecanismos más potentes de financiación. No solo ayudas, sino incentivos fiscales equitativos en todo el territorio español. Apoyo en general a todos los niveles, pero especialmente cuando el proyecto está arrancando, como comentaba Niko Matji en una reunión en la academia recientemente. Somos muy capaces de levantar Ips (propiedades intelectuales) que aporten cultura, trabajo y empleos estables en España, pero necesitamos que los mecanismos de apoyo estatales estén a la altura de los de otros países como Francia, Italia, Alemania o Portugal. Si no conseguimos eso, acudiremos a los foros de coproducción siempre en desventaja y se producirán cosas como que habrá otros países más interesantes para coproducir que nosotros y, al mismo tiempo, nuestros márgenes serán muy pequeños y las películas serán más fácil que sea hagan en España como servicio que como coproducción. Todas esas cosas han venido pasando estos años, y no es cuestión de hacer funcionar la industria de la animación en España. Ya funciona, y gracias a talento y heroicos productores funciona bien. Se trata de acabar de apostar por ella, de dejar de ponerle trabas; en definitiva, se trata hacer lo necesario desde las instituciones para dejar de tenerla frenada.

Por otro lado, es cierto que este año ha habido una sola peli a Los Goya, pero los ciclos de financiación de la animación son tan considerables que no deja de ser solo un año. El año pasado hubo dos proyectos fabulosos. El año en el que se estrenó Deep, el proyecto que supervisé, coincidió con Tadeo Jones 2. Es decir, siempre hay años fuertes y años algo más flojos. Un solo año es algo considerable pero no es definitivo. Se están produciendo varios largometrajes en España en estos momentos, algunos de presupuesto muy importantes. Hay ocho proyectos españoles en Cartoon Forum este año. Nosotros fuimos en pasadas ediciones, e iremos al siguiente. En marzo de 2019, hace muy poco, se estrenó en Netflix Love Death and Robots con una importante participación española. Este pasado año se estrenó también en Netflix Animal Crackers que si bien no ha podido calificar como producción española se ha hecho con talento español y se ha producido casi íntegramente en territorio español. Es decir, en general la animación española vive un buen momento, rebosa talento y buenos artistas, lo que no quita para que haya que mejorar muchos aspectos y, como digo, hacer que levantar proyectos y trabajar en ellos sea un poco más fácil.

– Hace poco se publicó que habías sido nombrado director de animación de la superproducción china y española “Dragonkeeper”, un ambicioso proyecto de 20 millones de euros de presupuesto, ¿cómo va este proyecto?, ¿cuándo crees que llegará a los cines?

– Pues por temas de contratos de confidencialidad puedo contar muy poco sobre él. Puedo decir que en la dirección tenemos a Salvador Simó que es una verdadera garantía de buena narración y calidad visual. Puedo decir también que yo me lo estoy pasando fenomenal. Hay dragones y criaturas, mitología china, secuencias de acción y momentos muy entrañables. Estoy en mi salsa, vaya. El trabajo está siendo duro, y muy complicado. Se trata de hacer una película de una calidad enorme y la exigencia es bestial, pero siempre es así. Al final todo el esfuerzo y sacrificio acaba en la pantalla, y el resultado lo compensa con creces

– Y, ya para terminar, ¿nos podrías recomendar algunos de los cortos españoles de animación imprescindibles del siglo XXI?

¡Vaya! Hay muchísimos. Entre mis favoritos, desde luego están Alike, La Dama y La Muerte, Alma, La Noria, I Wish, Decorado y Cuerdas, a pesar de que nos arrebatara el Goya en la edición en la que estuvimos con el anterior Blue y Malone. Están los primeros Tadeo Jones, los dos cortos que dieron origen a la saga, Atención al Cliente, uno de los últimos cortos de animación de la Ecam. Soy muy fan de Coke Riobóo y El Ruido Del Mundo y recogí un premio en su nombre en un remoto festival de Noruega. No hay que olvidarse de El Vendedor de Humo, que era estupendo. Viaje a Pies es una maravilla y Morning Cowboy es también un corto alucinante. Más antiguos Clicks y Señor Trapo o Birdboy. Just The Beginning y Oldie But Goldie, que son nuestros, y no por ello menos mencionables, claro. La historia de zombies que ha hecho Paramotion también es muy divertida. Darrel, y Down To The Wire también los recuerdo como unos muy buenos cortos. ¿Ves como hay talento a raudales en la animación española?

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