CRÍTICA DE LA PELÍCULA “UN MUNDO NORMAL”: ENCANDILARÁ A CUALQUIER ESPECTADOR QUE SE ACERQUE A ELLA DISPUESTO A EMOCIONARSE

El director Achero Mañas regresa a la gran pantalla con una comedia dramática que salva un guion flojo gracias a unas interpretaciones magnéticas y una emoción a flor de piel.

Ernesto (Ernesto Alterio) no está pasando por un buen momento, recién divorciado y frustrado en su trabajo, recibe como un mazazo la noticia de que su madre ha muerto. ¿Lo peor de todo? El deseo de la recién fallecida era que lanzasen su cuerpo al mar; lo que obviamente está prohibido por ley. Aun así, a Ernesto no se le ocurre otra cosa que robar el cadáver de su madre y emprender un viaje con su hija hacia el Mediterráneo.

Achero Mañas vuelve a caer en el mismo error que ya encontrábamos en “Todo lo que tú quieras” (2010), y es un problema de verosimilitud. Asistimos en el inicio de la película, a dos escenas en las que la madre hace prometer y reprometer a su hijo que cuando ella muera, la tirarán al mar; lo que cualquiera sabe que está prohibido. Es muy poco realista; ella sabe que está pidiendo un imposible y eso le provocará un cargo de conciencia a su hijo. ¿Qué madre actuaría así? Pero la película está recién empezada y el espectador está acostumbrado a creerse cualquier detonante de guion; sobre todo cuando se trata de una comedia. Sin embargo no está dirigida como una comedia; su puesta en escena es de drama puro y duro, lo que provoca algo de confusión. Se trata de una película que intenta navegar entre dos aguas, y ojo, no sale malparada del todo, en absoluto. Hay que reconocer que termina emocionando y mucho, lo que ya es un punto a su favor como melodrama.

La gran baza de “Un mundo normal” para enamorar y encandilar al público es su reparto en estado de gracia, sobre todo los dos protagonistas. Ernesto Alterio cumple con creces y gran carisma todos los perfiles que le exige el personaje. Convence tanto de divorciado atractivo que se acuesta con jóvenes hasta de hombre desastre y perdido en una vida que no le gusta. Y qué decir de la otra gran protagonista de la función; la debutante Gala Amyach encarna con buen talante el papel de “hija que le toca hacer de mamá” de su propio padre. Transmite perfectamente estar sobrellevando como puede una responsabilidad obligada por las circunstancias; cóctel de emociones que no es fácil, y que le auguran una gran carrera a la joven actriz.

Siendo “Un mundo normal” una película más que correcta, se le achaca algo de inconcreción en su propuesta. Todo por culpa de un guion que hace aguas. Da la impresión de ser una versión muy temprana del manuscrito y que podría haberse depurado mucho más. En ocasiones nos desvía al punto de vista del policía que busca a nuestros protagonistas, pero sin llegar a convertirlo en subtrama y ni siquiera dotarlo de interés, lo que consigue que simplemente sean escenas que alargan el metraje e interrumpen la historia principal. Aunque eso sí, Achero Mañas disimula estos posibles baches y saca adelante un estudio humanista de una familia que recibe el duro golpe de perder a la matriarca.

“Un mundo normal” encandilará a cualquier espectador que se acerque a ella dispuesto a emocionarse. Se trata de una película cercana y sincera que te acompaña mucho después del visionado. Solo por eso, ya es motivo más que suficiente para ver la nueva obra de Achero Mañas.

Nota El Blog De Cine Español: 6

Una crítica de Toni Sánchez Bernal

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