ENTREVISTA A DANIEL GRAO: “LA INTERPRETACIÓN ME SALVÓ LA VIDA PORQUE LLEGÓ EN UN MOMENTO QUE ME HACÍA MUCHA FALTA”

Creo que estoy realizando más entrevistas en estos días encerrados que en todo un año de festivales pero tengo que mantenerme activo y seguir generando contenido en estas fechas en las que los rodajes y los cines están paralizados. Nuestra entrevista de hoy es al actor Daniel Grao al que el Estado de alarma por el coronavirus le ha dejado sin poder presentar la película “El inconveniente” y la serie “Hit” en el Festival de Cine de Málaga. Además, durante las primeras semanas del confinamiento se estrenó la serie “Perdida” que protagoniza. De todo esto y de más asuntos de su carrera hablamos en estas líneas.

– Nuestra pregunta inicial, ¿cómo está siendo el día a día en el confinamiento de Daniel Grao?

– Pues, con días mejores y con días peores. Es mucho tiempo ya y es normal que alguna mañana te levantes con algún bajón. Afortunadamente los míos están todos bien y al tener dos hijos la estructura matutina pasa por ejercer de profesor y luego hago algo de ejercicio. Aprovecho para ver series y pelis españolas que tenía pendientes y también estoy aprovechando para mejorar mi inglés. A todo esto, algún que otro día también he tenido que hacer alguna prueba desde casa.

– ¿Qué va a ser lo primero que hagas cuando acabe el Estado de Alarma y nos dejen salir a la calle?

– La sensación es rara porque uno tiene muchas ganas de salir al pensar lo que uno tenía antes pero, como salir ahora, no es disfrutar lo que teníamos antes, siento una mezcla de ganas de salir con cierto miedo a estar en la calle en esta situación en la que no te puedes acercar a tu gente, o hacer las cosas que hacíamos antes, al menos de momento. Todo esto me tiene algo confundido. Ahora con el buen tiempo fantaseo con poder moverme, poder acercarme al mar y poder ver a familia y amigos que hace tiempo que no veo.

– ¿Cómo has vivido el estreno de la serie “Perdida” en la que por primera vez en tu carrera nos ha podido hacer promoción física sino virtual a través de videollamada o telefónicamente?

– Está siendo diferente hacer las promociones desde casa. En este caso hubo mucha conexión telefónica, que no está mal del todo. Además, “Perdida” no acaba aquí porque va a tener andadura internacional y, bueno, mientras ya estamos en otros proyectos también. Lo que interesa, en la medida de lo posible, es que podamos volver al trabajo y a la creación lo antes posible bajo una tranquilidad sanitaria prácticamente total.

– También se debería haber estrenado en el Festival de Cine de Málaga y en cines la película “El inconveniente”, de Bernabé Rico, y el coronavirus lo ha impedido, ¿cómo has vivido esta situación?

– Lo mio en “El inconveniente” ha sido una participación muy agradable. Siempre me hace ilusión trabajar con mi amiga Juana Acosta. Y Bernabé tiene un talento y cariño especial. Una pena no poder haberla compartido en Málaga.

– La serie “Hit”, que protagonizas, también se debería haber estrenado en el Festival de Málaga, ¿qué nos puedes adelantar de esta ficción televisiva?

– Estoy muy contento con esta serie porque creo que me meto en un nuevo color, que tiene en común con otros trabajos míos en que es un personaje que vive momentos intensos y complicados, también dramáticos, pero tiene una parte juguetona, infantil, a veces, más lúdica, que permite una mayor frescura, incluso momentos de comedia, aunque “Hit” no es una comedia para nada. Me impresionó mucho la temática, como está tratado, de la mano de estos nueve alumnos conflictivos tocamos temas como el abuso sexual, la violencia, el bullying, la pornografía, la adicción, el sistema educativo, que lo pone en duda, y también critica el sistema social, y político, por supuesto. Es un personaje muy controvertido, sarcástico, muy inteligente, sabe de lo que habla, sería el “House” de la educación, así he podido dar voz a un personaje con el que comparto muchas cosas, que dice lo que siente y pone en tela de juicio el sistema en general y ciertos valores en los que nos apoyamos. Con los chavales casi se acaba convirtiendo en una especie de terapeuta, lo que de alguna manera ha aprendido en todo este tiempo es que nadie se comporta como se comporta porque sí. Quien se comporta de manera conflictiva es porque tiene un dolor, un dolor emocional en el niño o adolescente que fue. Paralamente va a haciendo su propia sanación. Mediante la relación con los alumnos se van viendo sus propias taras, sus problemas que todavía no ha saneado. Tendrá que aplicar sus propios métodos a su propia vida.

– He leído en más de una entrevista que la interpretación te salvó la vida, ¿por qué?

– Cuando digo que la interpretación salvó mi vida es porque llega en un momento de la misma que ya es complejo de por sí, que es la adolescencia. En torno a los 17 años más o menos, en clase de literatura, a raíz de un ejercicio con un trabajo de Lorca, la nana del caballo grande, yo propuse que analizáramos esta canción interpretada por Camarón, y el profesor, Jesús Alonso, ya retirado, pero seguimos siendo amigos, siempre viene a verme cuando hago teatro, se me quedó mirando y me dijo”¿Camarón?, ¿Lorca?, tienes que venir a mi grupo de teatro”. Así, pasé a formar parte de su grupo de teatro del Instituto, la Mandrágora, que ensayábamos los viernes.  Mi vida familiar no era fácil y fue mi primer contacto con la interpretación. De ahí pasé a la escuela de Nancy Tuñón en Barcelona, donde descubrí que todo esos pasajes menos agradables de mi vida para el arte, para mi trabajo, son gasolina. Te dan material para componer tus personajes. Los primeros años en la escuela me sirvieron casi más para hacer terapia que para realmente imaginar una profesión. Fue más tarde cuando pensé que si podía ganarme la vida con esto, sería casi la felicidad absoluta. A mí la interpretación es una vocación que apareció en mi vida en un momento que me hacía falta, por eso me agarré a ella y por eso digo que me ha salvado y la estaré eternamente agradecido.

– El gobierno ya ha dado el primer paso de comentar que la cultura no podría volver a la normalidad hasta diciembre, ¿cuándo imaginas que volverán a abrirse las salas de cine?

– En cuanto a la vuelta, nos queda un mes para terminar el rodaje de “Hit”, los rumores son que este verano volveremos al trabajo, entre junio y julio, ojalá sea así.

– ¿De todas las películas de tu filmografía con cuáles te quedarías?

– Me quedo con mi personaje de Germán Rojas, torturador uruguayo, de la película “El Año de la furia”, de Rafa Russo, que está ahora en postproducción, porque es uno de esos personajes complejos que a veces deseas matarlo y otras te da pena. Ha sido todo un lujo compartir este personaje con Martina Gusman, mi compañera de reparto. Lo elijo precisamente por su dualidad.

– Misma pregunta en cuanto a series (risas).

– En televisión déjame elegir los dos últimos. Antonio Santos en “Perdida” por lo que tiene de Padre coraje y como, desde el miedo, si se tiene una poderosa razón, puedes transformarte en un héroe en tu vida; y el de “Hit” por su inteligencia, sin renunciar al humor y a su niño interior.

– Debo reconocer que me encantó la primera temporada de la serie “Gigantes”, ¿cómo fue trabajar con Enrique Urbizu?

– Urbizu es para mí el maestro. Es una maravilla como trae los deberes hechos a la hora de rodar, es como un niño grande, en el combo te va mirando, se ríe, es un gamberro talentoso. Es una maravilla rodar con él y espero que pronto volvamos a coincidir.

– Para terminar, pregunta clásica, ¿danos una lista de películas españolas que recomiendas a nuestros lectores?, y, ¿cuál es la película española que más veces has visto?

– Es difícil, pero la película española que más me ha impresionado en los últimos años es “La enfermedad del domingo” donde Bárbara Lennie y Susi Sánchez están inmensas. Su estética, lo que cuenta, cómo lo cuenta, me parece una joya. En nuestro cine hay buenos trabajos, sólo hay que buscar un poco.

La película que más veces he visto diría que es “Todo sobre mi madre”, además, creo que es la película que más veces he visto en el cine. La vi varias veces en salas en la época que yo estaba estudiando en Barcelona. Como sabíamos que la película se había rodado en zonas muy próximas a la escuela, estábamos entusiasmados con saber que por allí habían pasado Penélope Cruz y Fernando Fernán Gómez, entre otros. Es una historia que me hace llorar y reír y ahí soñé poder rodar alguna vez con Almodóvar, algo que varios años después se cumplió con “Julieta”.

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