PROS Y CONTRAS PREMIOS GOYA 2020: MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA. ¿QUIÉN GANARÁ EL PREMIO MÁS REÑIDO DE LA NOCHE?

Curiosamente, en una de las ediciones más reñidas que se recuerda, el premio se lo disputarán tres novatas en la categoría reina interpretativa: Belén Cuesta, Greta Fernández y Marta Nieto. Las tres se han repartido los principales premios, mientras que la más veterana en estas lides, Penélope Cruz, parece descartada en las quinielas. Estos son los pros y contra de las cuatro candidatas.

PENÉLOPE CRUZ por Dolor y gloria. 12ª nominación / 3 Goyas

A favor: La polémica por la inclusión de Penélope como protagonista no debería eclipsar la estupenda interpretación de la actriz, que está perfecta en el rol de madre tierna y sacrificada, en un trabajo muy superior a papeles como “Loving Pablo” o “La reina de España”, también nominados. En un registro que domina, como mujer de pueblo con poca cultura pero un enorme corazón, exuda cariño en su relación con el pequeño Salva, y su presencia enternecedora de madre contribuye a la hermosa visión de la infancia que presenta la película. Ya ha habido interpretaciones secundarias que fueron nominadas en esta categoría (la Carme Elías de “Camino” o la Lola Dueñas de “Mar adentro” y no fue impedimento para que lograran el Goya. Además, si hay una categoría estrella para las cintas de Pedro Almodóvar, sin duda es ésta. Hasta 6 actrices (Maura, Forqué, Roth, Anaya, Suárez y la propia Cruz) han logrado el Goya al protagonizando una película del manchego.

En contra: La presencia de Penélope en las nominaciones (la de este año ya es la quinta consecutiva) se ha convertido en una inercia tal que provoca que se dé por hecho tanto su asistencia en primera fila a la gala para poder ser objeto de los comentarios del presentador de turno, como que ni se contemple la opción de ser premiada. Desde luego no recibirá votos de aquellos académicos que sean fans de la arriesgadísima interpretación de Pilar Castro en “Ventajas de viajar en tren”, la gran damnificada del cambio de categoría de Cruz. Sus anteriores colaboraciones con Pedro, que alcanzaron cotas tan altas como la carismática Raimunda de “Volver” o la ambiciosa Lena de “Los abrazos rotos”, hacen que en esta ocasión su Jacinta nos sepa a poco.

BELÉN CUESTA por La trinchera infinita. 3ª nominación / 0 Goyas

A favor: Se encuentra en un momento profesional idóneo para ser reconocida. 2019 ha sido su año, hasta el punto de que además de estrenar cuatro películas y doblar la cinta animada “Klaus”, Netflix incluso la utiliza como señuelo para su serie estrella “La casa de papel”. En “La trinchera infinita”, se enfrenta al reto dramático más exigente de su carrera y con un papel bombón. La sufrida esposa que interpreta, es una víctima más de los acontecimientos a su alrededor. La dignidad y fortaleza con la que afronta la situación y decide luchar por su familia dejan claro la simpatía del guion hacia su personaje. Igualmente el espectador se pone pronto de su parte ante los desvaríos de su marido y celebra el momento de empoderamiento de su Rosa, cuando se da cuenta de que no necesita la autorización de su marido para irse de vacaciones.

En contra: Su entonación es tan particular que al comienzo de la película la sensación de estar viendo a Sor Milagros en la guerra, es cuando menos desconcertante. Realmente la propia Belén se resiste a que nos olvidemos de los roles que la han hecho famosa: la descripción que hace de Franco parece salida de la mismísima Magüi de “Paquita Salas”. Frente a sus dos grandes rivales por el premio, Cuesta es una coprotagonista y su papel tiene menos peso que los de Nieto o Fernández. Por otro lado, el trabajo de maquillaje no ayuda en su caso a aportar credibilidad a su intepretación.

GRETA FERNÁNDEZ por La hija de un ladrón. 1ª nominación

A favor: Llega con la Concha de Plata bajo el brazo; el talismán con el que tradicionalmente el Festival de San Sebastián ha ungido a ganadoras en los Goya. Las últimas cinco actrices españolas que ganaron la Concha en Donosti lograron el Goya unos meses después. Su interpretación desde luego es digna de premio: Greta se mete literalmente en la piel de su personaje en una interpretación cruda y veraz en la que borda el desamparo y lastre emocional de su Sara. Una chica “normal”, tal y como recuerda en varias ocasiones, decidida a garantizar lo mejor para su hijo y hermano. Todo lo que Greta prometía en los pequeños papeles en los que la habíamos visto anteriormente se confirma en este trabajo en el que resalta con fuerza esa mirada amarga con la que transmite el abandono en que se encuentra sumida. No solo está presente en todos los planos de la película: ella ES la película, con su pelo mal teñido, su audífono, su inestabilidad emocional o su dolor oculto. El desolador plano final es de los que desarman, y el que puede terminar de conquistar a los votantes. Y es que al fin y al cabo, todo el mundo puede identificarse con alguien que lo único que reclama es no estar sola.

En contra: Posiblemente la categoría revelación hubiera sido mejor ubicación para Fernández, donde ya tendría el Goya garantizado. Su interpretación no gustará sin embargo a aquellos académicos que gusten de las interpretaciones vistosas y renieguen de la economía de gestos. A “La hija de un ladrón” se le escapó la asequible nominación de guion adaptado, lo que podría ser una señal de que la película no cuenta con tanto apoyo como se preveía, teniendo en cuenta que incluso llegó a estar en las quinielas de Mejor Película. De igual manera, Greta ha llegado a la temporada de premios con menos fuerza de lo que cabía esperar tras el impacto que su interpretación causó en Donosti. No ha logrado Forqué ni Feroz, e incluso se le ha escapado el Gaudí, donde jugaba en casa.

MARTA NIETO por Madre. 1ª nominación

A favor: La tremenda potencia de su interpretación. Excelente desde el escalofriante prólogo, donde sobrecoge su angustia y congoja durante una llamada de teléfono que cambiará su vida, y especialmente en su trauma enquistado diez años después. La portentosa creación de personaje llevada a cabo por Nieto, en la que incluso su forma de andar y moverse transmite el cambio de personalidad sufrido. Ya sea escupiendo su rencor al padre de su hijo en una secuencia entre tinieblas, fuera de lugar en un botellón en la playa, o contemplando confusa a un adolescente mientras duerme, Nieto es el vehículo perfecto para generar esa sensación tan perturbadora que sobrevuela durante todo el drama psicológico de Sorogoyen. Las estadísticas están de su parte: todas las actrices que lograron la combinación Forqué/CEC se llevaron el Goya. De igual forma, todas las películas de Rodrigo Sorogoyen han logrado premios en las categorías interpretativas. Por si fuera poco, su entrega al proyecto es absoluta, aunando esfuerzo físico y reto idiomático, en una interpretación bilingüe. La mirada perdida y la sensación de vacío de su Elena dan buena cuenta de las múltiples capas que abarca su interpretación. Nieto consigue de forma extraordinaria la captación de una ambigua y compleja psicología, llegando a la excelencia. Su mirada embobada a Jules Porier en una noche de borrachera mientras suena la música, bien merece un Goya.

En contra: Contra lo que podría parecer, su premio a Mejor Actriz en el Festival de Venecia no es garantía de nada. Hace 3 años Ruth Díaz se hizo con el mismo premio dentro de la sección Orizzonti y salió derrotada de la gala con todo a su favor. Tampoco el rol de madre devastada por buscar a su hijo se estila en los Goya, como bien saben la Belén Rueda de “El orfanato” o la Naomi Watts de “Lo imposible”. El singular personaje de Marta Nieto, con algunos momentos tan desconcertantes como el que sucede subida al coche de unos adolescentes, puede echar para atrás a algunos académicos que opten por opciones más convencionales.

JAVIER CASTAÑEDA