CRÍTICA DE LA PELÍCULA HISPANO-URUGUAYA “LA VIDA ÚTIL”

“La vida útil” es un homenaje al cine.

Estos días se está celebrando el primer festival de cine independiente invisible  europeo on line y totalmente gratuito. En la categoría de cine español participa “La vida útil”, una coproducción entre España (Versátil cinema y Mediapro) y Uruguay. Es la segunda película de Federico Veiroj (Montevideo, 1976) que debutó con “Acné” (2008), un film que hablaba del fin de la inocencia, del inicio en el sexo, donde un adolescente buscaba integrarse a marchas forzadas en el mundo adulto. Era un film de espíritu decididamente comercial.

Veiroj en esta ocasión ha dado un giro enorme en su planteamiento creativo, decantándose por un cine de autor, personal y alejado completamente del cine comercial. El film que solo dura 62 minutos, tiene 2 segmentos totalmente diferentes a todos los niveles, donde el nexo es el personaje central y sus tribulaciones, un hombre de 45 años, solitario y cinéfilo que trabaja en la Cinemateca de Montevideo. La primera parte nos muestra el cine por dentro, la sala de proyección, los entresijos del visionado, el protagonista trabaja además en un programa de radio. Por problemas financieros y disminución del número de espectadores la cinemateca debe cerrar y por ello la vida del protagonista, interpretado de forma excelente por Jorge Jellinek (al parecer en la vida real es crítico de cine) cambia totalmente. En el segundo segmento hay más derivaciones hacia el cine de autor.

Rodada en un excelente blanco y negro, la textura del film se fusiona con el cine clásico, especialmente en su banda sonora y en el uso de la música, con ecos clásicos que consigue modificar el tono de las imágenes.

En los últimos años se han estrenado en nuestro país varias películas uruguayas, algunas en coproducción con España, la mejor sin duda “Mal día para pescar”, títulos como “Whisky”, “Paisito” o “La perrera”. En la mayoría de los casos es un cine introspectivo.

“La vida útil” quiere tributar un homenaje  al cine y a una forma de verlo y de disfrutarlo que se está perdiendo. El cierre de la cinemateca no es una metáfora, es la constatación de un proceso. Sorprende, aunque es más un experimento que una película redonda, propone nuevos caminos partiendo del clasicismo.

                    José López Pérez

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