Esta entrevista debió tener lugar el pasado 8 de abril en Barcelona, por causa de fuerza mayor Emilio Ruiz Barrachina (Madrid, 1963) no pudo volar a Barcelona, se encontraba enfermo (afortunadamente ya se encuentra restablecido). Finalmente, hemos podido soslayarlo y la entrevista se ha ido construyendo en 2 fases, telefónicamente y por correo electrónico.
Emilio Ruiz Barrachina es Licenciado en Periodismo, regresó a España en 1997 después de pasar diez años en Latinoamérica, especialmente en Colombia, como periodista, desempeñando cargos como el de reportero del Servicio para América Latina de la BBC. Estudió cine con el gran Sergio Cabrera (“La estrategía del caracol”). Su primera novela, “Calamarí” (Editorial Auryn, 1998), ha conocido varias ediciones. A ella siguieron “A la sombra de los sueños” (Brand Editorial, 2000), cuya adaptación al cine dirigió él mismo en 2004; “El arco de la luna” (Ediciones Algaida, 2001), obtuvo el X Premio Internacional de Novela Luis Berenguer; el ensayo “Brujos, reyes e inquisidores” (Editorial Balacqua, 2003); la novela “No te olvides de matarme” (Apóstrofe Ediciones, 2003), de la que en 2005 se estrenó la adaptación teatral; el ensayo literario “Tinta y Piedra. Calaceite, el pueblo donde convivieron los autores del Boom” (Imagine Ediciones, 2005); el ensayo “Le ordeno a usted que me quiera” (Lumen, 2006), a la que siguió “La venta del Paraíso” (Bruguera, 2006). Ha dirigido documentales para cine y televisión como “Luz, espacio y creación”, “Lorca. El mar no deja de moverse” y “Tinta y Piedra”. El año pasado se estrenó su film de ficción “El discípulo”.
J.L.P ¿Cómo nace el proyecto “Morente”?
Emilio Ruiz Barrachina: Nace porque a mí me entusiasmó mucho el disco “Pablo de Málaga” de 2008 y le comenté a Enrique Morente que esos versos de Pablo Ruiz Picasso tenían detrás una gran potencia visual. Nos pusimos a trabajar y se diseñaron los conciertos grabados para que fueran únicos e irrepetibles tras el estreno de la película. Él cuando se entusiasmaba con una idea iba hasta el fondo, y en ésta película no fue menos. Ha sido un trabajo muy grato en el que nos entendimos a la perfección y en el que hicimos lo que realmente quisimos, sin tener en cuenta si nos iban a aplaudir o criticar. Ha sido un trabajo desde el corazón.
J.L.P Pregunta obligada ¿cómo estaba de salud Enrique durante el rodaje del documental?
E.R: Estaba bien. La principal prueba es la propia película. La última semana en el Reina Sofía se tiró en el suelo, cantó, gritó y no tenía mayor preocupación que la que podamos tener cualquiera que va a entrar en un quirófano. Nada más. Todavía cada vez que veo la película creo que se va aponer a mi lado y me va a preguntar, como solía hacer: ¿Tú crees que esto ha quedado bien?
J.L.P Supongo que el montaje final ha debido ser difícil desde el punto de vista emotivo ¿qué ha sido lo más complicado en este aspecto?
E.R: Tal vez lo más difícil ha sido no caer en la tentación de convertir la película en una biografía, un homenaje o un obituario. Hemos procurado que la película sea fuel a lo que entre los dos nos habíamos planteado. Si hablamos de la parte técnica, lo más complejo ha sido el sonido, pero los ingenieros han realizado un trabajo estupendo. La película suena al Morente de siempre a pesar de su ausencia.
J.L.P ¿Tuviste que descartar mucho material?
E.R: Bastante. Incluso el mismo Enrique lo hizo. Por ejemplo habíamos entrevistado a sus músicos, a críticos, y él dijo que de ninguna manera, que no quería que en la película saliera nadie ·”hablando bien de él”. Y hay material que no se ha utilizado, como siempre, porque no encajaba en la idea final.
J.L.P Me sorprendió mucho Soleá Morente cantando “Palabras para Julia” de José Agustín Goytisolo, que popularizó Paco Ibáñez ¿piensa dedicarse también a la música?
E.R: Ella estaba produciendo un disco con su padre, al igual que sus dos hermanos, cuando él falleció. Este iba a ser, y espero que finalmente sea, el primer single de este disco. Es una canción preciosa y Soleá la canta muy bien, con un registro muy particular. Además es distinta a su hermana Estrella, lo que le abre un espacio propio.
J.L.P Enrique Morente tenía un sentido del humor muy particular como refleja tu documental ¿puedes contar alguna anécdota del rodaje en este aspecto?
E.R: Todo el día estaba con bromas. Como dice la misma Soleá, era muy divertido. Además tenía ese humor inteligente con una retranca maravillosa. A mí me gusta mucho la escena de la película en que se acerca a una estatua humana que hacía de hombre invisible en Las Ramblas de Barcelona y, sin saber que le estábamos grabando, le dio unas monedas y le dijo: “Que yo te quiero… aunque no te vea”.
J.L.P ¿Cuándo conociste a Enrique?
E.R: Le conocí en 2005 cuando rodaba en Granada el documental “Lorca. El mar deja de moverse”. Entonces nos presentó esa pasión por el mundo lorquiano. Pero realmente nos conocimos bien y a fondo durante el rodaje de la película.
J.L.P Enrique fue el director musical del documental ¿qué criterios siguió?
E.R: Enrique siempre obedecía a su instinto. Preguntaba mucho, pero en música era realmente admirable su conocimiento y acierto para elegir las canciones, los momentos, los tiempos. Tenía ese don natural de los genios.
J.L.P ¿Dónde te sientes mejor en el documental o en la ficción?
E.R: Hasta ahora en el documental porque es lo que más he realizado. Incluso “El Discípulo” es un documental dramatizado. Algún día haré una película de ficción, pero le tengo mucho respeto al género. Tengo que sentirme preparado y rodeado de un gran equipo.
J.L.P Indica alguna película que sea referencial para tí
E.R: Te diré varias sin pensar demasiado: “Bienvenido Mr. Chance” de Hal ashby, “Sed de Mal” de Orson Welles, “Buenavista Social Club” de Win Wenders o “El Verdugo” de Berlanga.
J.L.P Dime alguna película española reciente que te haya gustado
E.R: “Ispansi”, de Carlos Iglesias
J.L.P ¿Y extranjera?
E.R: “El concierto”, de Radu Mhaileanu.
J.L.P ¿Qué opinas del debate sobre cine e internet?
E.R: No hay debate. Es una realidad, guste o no guste. Lo que pasa es que el cine seguirá siendo cine y a los que nos gusta seguiremos acudiendo a una sala oscura llena de extraños amigos y la industria venderá sus productos por cualquier rendija por donde le permitan colarse. Otra cuestión es hasta dónde debemos entrar a cuidar nuestro cine y cuándo va a terminar la crisis de ideas (que es peor que la económica) en la que está nuestro cine. Mientras sigamos teniendo en el cine instituciones burocráticas que se manejan en plan club de amigos o vamos a ninguna parte. Y mientras no se incluya el cine como asignatura en la educación tampoco vamos a progresar mucho. La industria de momento seguirá imponiendo a golpe de marketing, dinero y poder cuanto se le antoje.
J.L.P ¿Cómo ves el panorama del cine español actual?
E.R: Ya digo que necesita una renovación grande, comenzando por sus instituciones, pasando por la industria y terminando por los artistas, sean delante o detrás de la cámara. Pero también tiene que cambiar el espectador, tanto en actitud como en formación. Gran parte de lo que ahora sufre nuestro cine es culpa también del público. Hay que exigir, ciertamente, pero desde la sensatez y la educación, con criterio y construyendo.
J.L.P Has creado una productora
E.R: Es una productora pequeña, Ircania, cuyo logo es una lluvia de peces que refleja lo que es el cine (porque aparentemente es una locura, pero es verdad que en determinadas partes del mundo se producen lluvias de peces debido a un curioso fenómeno atmosférico). Gracias a Ircania he podido producir documentales o cortos sin depender de nadie y con total libertad. Eso me ha pasado también factura. Ahora comenzamos a producir a otra gente y en otras latitudes.
J.L.P Coméntanos tus aficiones
E.R: Libros antiguos y comprar y ver películas de antaño en proyectores que tengo en casa que cuido y arreglo. Por ahí guardo alguna que otra película “incunable” o copias primeras o antiguas de rarezas varias.
J.L.P Seguro que ya estás embarcado en algún proyecto.
E.R: Sí. Otro musical a nivel internacional y una de ficción, por fin… hasta ahí puedo leer.
J.L.P ¡Gracias Emilio, espero que la próxima vez pueda entrevistarte en persona!
E.R: ¡Lo mismo digo, muchas gracias!
José López Pérez
