CRÍTICA “BAJO EL MISMO TECHO”: TODOS TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS

El pasado año se estrenaron películas como EL REINO, LA SOMBRA DE LA LEY, DURANTE LA TORMENTA, CARMEN Y LOLA, EL ÁNGEL, QUIEN TE CANTARÁ, ERREMENTARI o ANIMALES SIN COLLAR, propuestas arriesgadas, originales y que deberían, de un modo u otro, haber calado entre el gran público. Sin embargo, la respuesta de la audiencia fue atronadora: queremos más comedias.

Y es que la risa no es solo necesaria en estos días, sino obligatoria. Así que no es de extrañar que películas como BAJO EL MISMO TECHO aterricen en nuestras pantallas con tanta facilidad, pero varios puntos la alejan de otras comedias con más lustre estrenadas el año pasado.

BAJO EL MISMO TECHO está inspirada en hechos reales, o por lo menos, así se nos indica al comenzar la película. Una pareja se compra una casa a pocos meses de estallar la burbuja inmobiliaria. Los primeros años son felices, pero la desidia cala en la pareja, llevándoles a las puertas del divorcio. Cuál será su sorpresa al descubrir que su casa no vale ni la mitad de lo que pagaron por ella y deben convivir bajo el mismo techo hasta que la situación se solucione, llevando a los protagonistas a tomar mil y una mala decisión con la esperanza de, entre otras, provocar alguna que otra carcajada entre la platea.

La situación, sobre el papel, es muy prometedora, y más si tenemos en cuenta la mala ostia que gastamos en este país, más acostumbrados a que la bilis y los cojines tomen el control de nuestras acciones, dejando poco margen para la reflexión. Somos impulsivos por naturaleza. Y muy cabrones. Y nos encanta entrar en la sala sabiendo que Adrián y Nadia harán lo imposible por amargar la existencia a su expareja, llegando a darse varias situaciones surrealistas.

La comedia de Juana Macías contiene alguna idea hilarante, pero la película se desinfla debido a una realización plana, poco inspirada, casi en piloto automático. La trama tiene varios agujeros en las subtramas y está descuidada a nivel actoral en cuanto a lo que a personajes secundarios se refiere, esquemáticos, puro cliché, que están en la trama solo para proponer ideas a cada cual más alocada y ridícula, cuando de lejos se ve que podían sumar más.

Visualmente es una comedia “del montón”. Se limita a mostrar en imágenes lo que seguramente estaba escrito en el guion, sin ganas de ir más allá. Súmenle errores de montaje (el injustificable jumping cut que desafía la linealidad del montaje) o algún plano fuera de lugar que desconcierta al espectador.

La banda sonora compuesta por Pablo Trujillo es, sin duda, lo peor de la película. Omnipresente, intentando potenciar el humor o gracia de una situación en concreto y fallando estrepitosamente en el intento, de principio a fin.

Los actores principales están correctos. A Jordi Sánchez ya le conocemos los trucos, pero, aun así, se esfuerza en ir más allá y hacer tangible y humano a su personaje, sobre todo en los momentos dramáticos, que haberlos, haylos. Silvia Abril se esfuerza por estar a la altura de su compañero de tropelías, sobre todo en la fase más destructiva de la película, cosa que se agradece. Ambos tienen algún que otro gag memorable, pero en conjunto, no pueden soportar el peso de una película fallida.

El resto del elenco está poblado de numerosas caras conocidas, desde las televisivas Ana Morgade (inverosímil y muy divertida) y Cristina Castaño, a los muy desaprovechados Malena Alterio y Daniel Guzmán, ambos interpretando a los mejores amigos de la pareja protagonista, quienes se intuye que podían aportar más.

En resumen, BAJO EL MISMO TECHO no es perfecta y dista mucho de serlo, contiene elementos muy remarcables, como una pareja protagonista que lo da todo por la película y varios gags descacharrantes, pero el anodino desarrollo de la película, por mucho que esté enmarcado en el género de comedia, es totalmente insustancial e inverosímil. Juega a la carcajada fácil y al desarrollo simplón y al final cae por su propio peso.

La obra de Juana Macías es la comedia que nos merecemos por despreciar o ignorar, como espectadores, el cine que se hace en este país. Y no puede llegar en un mejor momento, en plena temporada de premios, para provocar, espero, el sonrojo de sus responsables, por atreverse a presentar ante el público una película que representa una página de nuestro cine que ya hemos superado y que ya creíamos extinto.

LO MEJOR

El punto de partida de la historia. Simple y justificado.

Una pareja protagonista que lo da todo, consiguiendo provocar, en sus mejores momentos, un par de sonoras carcajadas.

LO PEOR

Guzmán y Alterio, dos actores de peso totalmente desaprovechados, así como subtramas inacabadas o personajes ignorados, cuando podían dar pie a situaciones muy interesantes.

La música de Trujillo. De la primera a la última nota.

Los errores de montaje, desde esos planos fuera de lugar a ese injustificado y solitario Jumping Cut.

LA PREGUNTA

¿Por qué BAJO EL MISMO TECHO transmite tanta desidia en su realización y puesta en escena, cuando sin duda había margen para hacer algo mucho más desatado?

NOTA: 5/10

Wiman González