“CHICO & RITA” Y EL CINE DE ANIMACIÓN ESPAÑOL

Mi buen compañero y mejor amigo, José López Pérez, alma mater junto a Juan Francisco Pérez Polo, de este imprescindible “blog del cine español”, anda muy preocupado por el pobre recorrido que por los cines españoles está teniendo esa admirable película de animación que es “Chico y Rita”, la mejor combinación de color, música y línea que se ha hecho nunca en el cine español de animación (entiéndase, de animación para adultos), que no responde a la calidad de la película, lo cual pone un poco en entredicho la sensibilidad y el buen gusto de un amplio sector del público que, o bien no está suficientemente informado de los valores (de todo tipo) de “Chico y Rita”, o está llevado, como por un tsunami, a otros títulos del cine español de menor calado y que no merecen ni ser mencionados.

Y ahora, con el atrevimiento que siempre provoca la pasión, me lanzo por el tobogán del tiempo y con la perspectiva del águila para, en muy pocas líneas, hacer una aproximación al cine de animación español. Un cine que nace en 1945 con “Garbancito de la Mancha”, de José María Blay y Arturo Moreno, todo un clásico en la historia de la animación mundial, al que siguió, en 1948, “Alegres vacaciones”, del mismo José María Blay, quien en 1951 dirigió su último largometraje de animación “Los sueños de Tai-Pi”. Tras quince años de sequía creadora en este campo, en 1966 se estrenó el largometraje “El mago de los sueños”, de Francisco Macián, uno de los grandes creadores del cine de animación que ha dado España, que estaba inspirado en el popular  espacio televisivo “La familia Telerín”. Unos personajes tan populares de los tebeos como “Mortadelo y Filemón”, fueron llevados al cine de animación en 22 cortometrajes entre 1967 y 1971 por Rafael Vera y mas tardes compilados en tres largometrajes. Durante las décadas de los 70 y los 80 otro nombre fundamental fue el de Cruz Delgado, responsable de “Mágica aventura” (1973), “Los viajes de Gulliver” (1983) y “Los cuatro músicos de Bremen” (1989). A este grupo de avanzados en la animación del cine español hay que añadir el de José Luis Moro y su hermano Santiago, que en los años 80 fueron los responsables de “Katy” (1980) y “Katy, Kiki y Koko” (1988). A finales del los años 80, concretamente en 1989, se estrenó “Peraustrinia 2004”, una interesante historia de ciencia ficción dirigida por Ángel García. A partir de la década de los 90 el cine de animación español alcanza su momento de mayor esplendor, más por la cantidad de películas producidas que por el impacto entre el gran público, porque como es sabido la competencia con las producciones llegadas de Estados Unidos era siempre muy desigual.

Desde entonces hasta el momento actual hay que destacar títulos como los de “Desperta Ferro!” (1990), de Jordi Amorós, “El bosque animado” (2001), de Ángel de la Cruz y Manolo Gómez, “El Cid, la leyenda” (2003), de José Pozo, “Nocturna” (2007), de Adrià García y Víctor Maldonado, “El lince perdido” (2008), de Raúl García y Manuel Sicilia y Planet 51” (2009), de Jorge Blanco y Javier Abad, por mencionar las más recientes en el tiempo, dentro de lo que se entiende cine de animación infantil o para todos los públicos.

El caso de “Chico y Rita” (de la que ya se ha escrito mucho y bien en este blog) es diferente porque pertenece a lo que se puede denominar cine de animación para adultos y que no tiene nada que ver con la otra acepción de adultos que tendría que ver con la letra X y que no es motivo de tratamiento en esta reseña. Un cine de animación para adultos, que en nuestro país solo tiene dos títulos anteriores, el de “Goomer” (1999), dirigido por José Luis Feitó y Carlos Varela, basado en los personajes creados por los dibujantes Ricardo y Nacho en 1988, y el de “Un perro llamado dolor”, un excepcional largometraje de animación en blanco y negro, dibujado y realizado en 2001 por el cantautor Luis Eduardo Aute, que trabajó en el mismo a lo largo de cinco años para realizar cuatro mil dibujos. “Chico y Rita” se une así a una corta representación española de lo que se puede entender animación para adultos y que permite pensar que en el futuro aumentará la producción de este tipo de cine, tanto en nuestro país como en otras cinematografías, porque los resultados artísticos de “Chico y Rita”, más allá de su éxito en taquilla, son más que suficientes para augurar un importante futuro a este cine animado para adultos.

                                                            Ruiz de Villalobos