Un cinco raspadito, y tirando por lo alto, le doy a esta película. Se suponía que iba a ver una comedia de humor negro y lo que vi fue un engendro entre drama y comedia que daba más lástima que risa.
Roberto Santiago, el director y guionista o coguionista, no sé qué entiende por comedia. Me enerva tener que hablar mal de una película española pero hay que ser objetivo ante todo: película normalita donde las haya. No merece la pena ir al cine a verla.
En fin, en cuanto a los actores, destacar a Lucía Jiménez que de negra suicida tiene el morbo aún más subido. Sobre Fernando Tejero, aunque he leído por la red que no gusta a muchos como actor, a mí me parece un buen actor pero, esta vez, el guión no le permite hacernos reir lo que debiera.
Y, en cambio, leo en la red que Luis Callejo ha gustado en su papel de suicida y a mi me ha parecido que este actor no vale para la comedia. Como se suele decir: “cada uno tiene sus gustos”.
Si os aburre la proyección no dejéis vuestra butaca porque el mejor gag es el último de la película: “Es que este niño tiene una cara de chino”.
Lo mejor de todo es que esta película demuestra que un buen marketing, al igual que muchos bodrios americanos, sirve para la gente acuda a la taquilla.
Pues nada, espero disfrutar más en el cine ante una película española.
