CRÍTICA DE LA COPRODUCCIÓN HISPANO-ARGENTINA “SIN RETORNO”.

La semana pasada fue el pase de prensa de “Sin retorno”, no pude asistir ya que estaba en Donosti pasando unos breves días de asueto. Ayer por la tarde pude verla en los cines Renoir-Les Corts de Barcelona en la primera sesión y antes de iniciar mi comentario sobre el film quiero indicar que me sorprendió positivamente que en las salas había bastante gente (al salir, para la siguiente sesión había más público todavía), era el día del espectador.

Con guión de los hermanos Cohan (Ana y Miguel), “Sin retorno” coproducción entre Argentina y España (Tornasol Films, la compañía de Gerardo Herrero), se estrenó aquí el pasado viernes.

Tenía grandes expectativas con esta película por varios motivos. El debutante Miguel Cohan había sido ayudante de dirección de Marcelo Piñeyro, el reparto es muy bueno y venía avalada por los premio que consiguió en la Seminci de Valladolid. Distribuida por Alta Films, “Sin retorno” se estrenó el pasado viernes 18 de febrero.

Rodada parcialmente en la Ciudad de la Luz (Alicante), cuenta una historia mínima y muy previsible, desde el principio sabemos todo lo que pasa, el atropello, el falso culpable, el culpable que no quiere declarar. La historia no tiene ritmo, no genera tensión y además el interés cada vez es menor. No se decanta ni por la trama policial, ni por la denuncia de un sistema corrompido, ni por el realismo. Los personajes están poco trabajado, algunos como el de Kempes no alcanzan a tener casi entidad. Vemos a la donostiarra Bárbara Goenaga con un logrado acento argentino, al siempre eficiente Leonardo Sbaraglia intentando lucir, pero el libreto no le deja. Además el gran Federico Luppi aparece muy poco, es una colaboración especial. La ambientación es mínima y todo parece fruto de un escaso presupuesto. Dura 100 minutos que se hacen largos.

Vía: Factoría del Cine

José López Pérez