Según declaraciones de Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes en su entrevista ayer noche en El Hormiguero, la gala de los Premios Goya 2018 celebrada el pasado sábado pudo no haber sido un “bonito campo de nabos” (como la describió Leticia Dolera), ya que tres fueron las actrices a las que habrían ofrecido presentar dicha ceremonia. Las tres -cuyos nombres no han trascendido- declinaron dicho ofrecimiento y fue entonces cuando se optó por la opción chanante.
Mucho se ha cuestionado el hecho de que la gala más feminista de las 32 ediciones fuera escrita y presentada por hombres. El resultado ha sido quizá el más criticado de los últimos años. El dúo cómico de presentadores sacó adelante un texto insulso y sin mordiente que, según se comenta, podría haber sufrido “variaciones” (AKA censura) de última hora que sin duda se hicieron notar. Un par de monólogos reivindicativos de la mano de Cristina Castaño y Pepa Charro tampoco ayudaron a elevar el nivel.
Así, esta edición ha sido la menos vista en diez años, bajando casi cuatro puntos respecto al año anterior. Y la pregunta de cada año: ¿qué medidas debería tomar la Academia para futuras ediciones?
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