ANÁLISIS PREMIOS GOYA 2018. MEJOR ACTOR PROTAGONISTA, ¿QUIÉN TIENE MÁS OPCIONES?

Cuatro nombres ilustres competirán por el Goya a Mejor Actor Protagonista 2018. Javier Gutiérrez parte como favorito indiscutible ante los omnipresentes Javier Bardem y Antonio de la Torre; y ante Andrés Gertrúdix, un recién llegado a los Goya pero con una gran trayectoria a sus espaldas y el respeto absoluto de la profesión.

Mejor actor

A favor: La popularidad de la serie “Narcos” ha desatado el interés por la figura de Pablo Escobar. Bardem ya ha vivido en el pasado tanto ganar un Goya de la mano de Fernando León de Aranoa, como lograrlo por interpretar a un personaje real. Con este papel logra ambos requisitos, que tradicionalmente han funcionado muy bien en las entregas de premios.

En contra: La película no se ha estrenado, y carga con la sospecha de que los académicos han votado sus interpretaciones protagonistas sin haberla visto, sólo por garantizarse la presencia de los actores en la gala. El morbo que seguramente buscaban los productores del filme al emparejar a Bardem y Cruz en la gran pantalla pierde efecto, ya que en los últimos años la coincidencia de ambos en repartos está siendo común. Sin ir más lejos, la esperada incursión de Farhadi en el cine español propiciará un nuevo reencuentro el año que viene, y seguramente una mejor oportunidad de premiar al matrimonio estrella del cine español.

A favor: Su sensible retrato del dolor. Desde la confesión de su enfermedad, expresada en plenas vacaciones con un tono casual, muestra a la perfección el lento proceso de degeneración que vive su personaje convirtiéndose en alguien más egoísta y solitario. Emociona su fragilidad cuando se niega a ser visto por uno de sus mejores amigos. La exclusión de Juan Diego entre los nominados evita que se desvíe la atención al trabajo del otro enfermo terminal que hemos visto este año en nuestro cine.

En contra: La película ha tenido muy poca repercusión, hasta el punto de que se le escaparon nominaciones asequibles como actriz protagonista o guión adaptado. Además,la interpretación de Gertrudix es asfixiante, sin ninguna concesión a la sensiblería. Su trabajo austero y seco, no encaja en el prototipo de actuación que suele ser premiada.

A favor: Se encuentra en el mejor momento de su carrera, habiéndose convertido en un imprescindible del cine nacional. Con un rol solitario y obsesivo, Gutiérrez está inmenso escupiendo frustración, mediocridad y componiendo una turbia y obsesiva personalidad. Demuestra su valentía al ofrecer el desnudo físico y emocional más impactante del año, al que pocos se atreverían. Y como le ocurre a los grandes, es igual de bueno cuando sólo escucha: sus ojillos soportando una humillante bronca o siendo testigo de una sesión de karaoke lo dicen todo. Por si fuera poco, no es su única gran actuación del año. Además de su doble éxito televisivo, su magnética encarnación de yonqui en “Plan de fuga” conseguía llevarse la película.

En contra: Puede existir cierta saturación entre los académicos por la omnipresencia de Gutiérrez. El habitual chascarrillo de que no hay reparto español sin Antonio de la Torre se puede ver ampliado en breve al actor de Ferrol. También puede pesar la sensación de acaparador de premios. Ya fue el absoluto dominador de la carrera de premios con “La isla mínima”, y ha pasado muy poco tiempo desde aquello.

A favor: El papel es todo un caramelo: un hombre agresivo y machista poseído a ratos por un espíritu encantador con brotes de esquizofrenia. Y no desaprovecha la oportunidad: está soberbio en su doble papel, permitiéndonos entender en todo momento cuál de las dos personalidades está dentro de él sin necesidad de que hable. Frente a un personaje inicial más arquetípico, De la Torre destaca especialmente en su vertiente cariñosa y naif, demostrando su versatilidad. Incluso sin saber bailar bien, logra convertir una escena al ritmo de la Steve Miller Band en un icónico dueto al más puro estilo “Pulp Fiction”. De la Torre salta sin red a la excéntrica y disparatada mezcla de géneros ideada por Berger, y demuestra que es un actor descomunal.

En contra: Las escenas persiguiendo al chimpancé son de lo peor de la cinta y no hacen justicia a su trabajo. Además, se ha instalado una inercia entre los académicos que les lleva a no considerarle nunca de cara al premio final, a pesar de interpretaciones tan poderosas como las de “Caníbal” o “Grupo 7”. En la pasada edición, se comprobó que ni siquiera protagonizar la película del año era suficiente para arrastrar a Antonio a que consiga el Goya protagonista que tanto se merece.

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JAVIER CASTAÑEDA