CRÍTICA “EL SECRETO DE MARROWBONE”: MEZCLA DE ELEMENTOS MIL VECES VISTOS EN EL CINE SIN UNA PIZCA DE ORIGINALIDAD

Lo he dicho en este blog en más de una ocasión. Nos gusta el cine de género. Y es, básicamente, porque se nos da bien. Es un género difícil, pero al que hemos aportado en los últimos años, muchas y grandes películas. “VERÓNICA”, de Paco Plaza, sería el ejemplo más reciente. Y cuando las cosas se hacen bien, el público responde. Y las productoras lo saben, apostando grandes sumas en este tipo de proyectos, ya sea en su realización como en su promoción…

Sergio G. Sánchez puede presumir de un currículo intachable. Es el guionista de tres de los mayores éxitos del cine español reciente. Escribió “EL ORFANATO” (valiéndole el GOYA al mejor guion original) y “LO IMPOSIBLE”, películas que catapultaron a J. A. Bayona al olimpo cinematográfico y “PALMERAS EN LA NIEVE”, una de las producciones más taquilleras de nuestro cine.

Arropado por un equipo de lujo (Marc Orts, Kike Maíllo, entre otros), apadrinado por Bayona y con un jovencísimo reparto internacional de primer orden, el guionista da el salto a la dirección con las mejores herramientas posibles.

Una familia decide irse a vivir a una antigua casa abandona, aislada del mundo, intentando huir de su pasado. Sin embargo, extraños sucesos fuera de lo normal comenzarán a ocurrir a su alrededor.

EL SECRETO DE MARROWBONE es un film de misterio, de aventuras, de romances de verano, de intrigas y algún que otro susto. Envuelto en una fotografía preciosista, filmada en parajes naturales y envuelto en una correcta banda sonora, no podemos encontrar graves faltas en lo referente al apartado técnico. Las primeras imágenes nos recuerdan a “UN MONSTRUO VIENE A VERME”, una secuencia muy bien filmada, protagonizada por un libro de dibujos. La atmosfera, la ambientación, los personajes y el misterio que traen consigo nos atrapan desde el primer minuto, pero la ilusión se desmorona en el primer punto de giro, culpa de un guión lleno de tópicos y giros imposibles. Solo hay que leer la sinopsis para darse cuenta de que la película es un tópico en sí mismo.

EL SECRETO DE MARROWBONE adolece de personalidad propia. Recuerdo con detalle un momento de la entrega de los premios GOYA de 2008, cuando el guionista se burlaba de que compararan su “ORFANATO” con “LOS OTROS”, película dirigida años antes por Amenábar, la cual también fue tachada de copia (no muy) disimulada de “OTRA VUELTA DE TUERCA”, sin duda, el cuento de fantasmas definitivo, surgido de la pluma de Henry James.

Para Sergio G. Sánchez y siempre según sus propias palabras, MARROWBONE “es una mezcla de suspense, terror, intriga, romanticismo y fantasía. Un cóctel de géneros difícil de catalogar.”

Toda esta pequeña reflexión viene a razón de que, MARROWBONE no deja de ser una mezcla de elementos mil veces vistos en el cine, pero en este caso, con escasa inventiva visual y sin una pizca de originalidad.

El film no es más que una simple historia de culpa y decepción, pero enterrada bajo mil y un giros inverosímiles, sustos de “baratillo” y una colección de saldo de clichés del género.

Se exige del espectador demasiados saltos de fe en demasiados momentos, dejándole a su aire durante la mayor parte del metraje, sin facilitarle pistas acerca de lo que está ocurriendo en cada momento. Lo peor, una elipsis sangrante a poco de empezar el film, que no hace más que provocar más y más preguntas, más y más giros, cada uno más ridículo que el anterior, que encuentran en el clímax una resolución para nada satisfactoria y que roza el ridículo más espantoso.

Lo peor, en mi opinión, es que, de nuevo, se utiliza el recurso “Del director de” y “Del productor de”, convirtiendo a artistas consagrados en “Marca de fábrica”, lo cual acaba jugando en contra del prestigio del autor. Es por culpa de productos como este que se acaba erosionando su credibilidad ante el público.

Eso sí, prepárense para el bombardeo mediático de rigor, porque se hará “lo imposible” (perdón por el chiste fácil…) para promocionar el film.

En resumen, en su afán por conservar el misterio del título, el director y guionista se ahorcan con su propia cuerda, queriendo sorprender con recursos ya gastados, sin aportar nada propio, entregando en un guion tramposo y sin sorpresas y sin identidad.

Una lástima, porque el reparto está entregadísimo a la historia y si llegamos al final del relato es básicamente por la empatía que nos une a ellos.

LO MEJOR:
El joven reparto al completo.
El apartado técnico. De lujo.

LO PEOR:
Sin duda alguna, el guion tramposo, repleto de agujeros, incoherencias y giros imposibles.
La película carece de personalidad propia.
Para lo que cuenta, dura demasiado.

LA PREGUNTA:
¿Por qué TELECINCO sigue empeñada en producir telefilmes dignos de la sobremesa de Antena 3?

NOTA: 4/10

Por Wiman