CRÍTICA DE LA PELÍCULA DE CARLOS SAURA “IO, DON GIOVANNI”

En 2010 se han estrenaron en España dos películas dirigida por Carlos Saura Atarés (Huesca, 4 de enero de 1932), “Io, don Giovanni” y “Flamenco, flamenco”.

La primera que se estrenó fue la coproducción entre Italia y España “Io, don Giovanni”, concretamente el 25 de junio y sin soporte publicitario pasó por la cartelera sin pena ni gloria, obteniendo una recaudación paupérrima. Algo injusto con un film así y con un veterano director como Saura que en su filmografía tiene títulos capitales como “Cría cuervos”, “Mamá cumple 100 años”, “Deprisa, deprisa”, “El séptimo día”, “Goya en Burdeos”, “Taxi”, “Dulces horas” o “Los golfos”.

“Io, don Giovanni” se rodó en Italia y en Viena y contó con un presupuesto de 10.000.000 de €.

La historia nos lleva hasta el siglo XVIII cuando un joven judío acepta ser bautizado y aceptar el nombre y apellido de su mentor Lorenzo da Ponte. Lorenzo pronto tendrá un alto cargo en la iglesia veneciana y al llevar una vida libertina será condenado a abandonar la ciudad, dirigiéndose a Viena donde se haría famoso por ser el libretista de 3 óperas de Mozart. Basada en acontecimientos reales, la película se centra en el mundo de la ópera y en un modo de vida promiscuo y de amores sin compromiso. El mayor ejemplo de Ponte es Giacomo Casanova. También aparece en pantalla Salieri.

Uno de los puntos fuertes del film es la excelente fotografía del italiano Vittorio Storaro, compañero de fatigas de los últimos films de Saura. El ayudante de dirección es el hijo del director, Carlos Saura Medrano que debutó con la excelente “¿Tú qué harías por amor?”

Lorenzo da Ponte vive una vida disipada y será una de sus amantes la que pondrá en jaque su modelo de vida.

Carlos Saura pone su punto de mira en el trayecto vital de una figura que ayuda a entender una época y una forma de ver la vida. Hay muchos fragmentos de ópera en la cinta.

“Io, don Giovanni” acaba de editarse en DVD, esto ofrece la oportunidad de recuperar un film muy interesante y que casi fue invisible para los habituales a las salas de cine.

Vía: Factoría del Cine

                           José López