CRÍTICA DE LA PELÍCULA “BALADA TRISTE DE TROMPETA”: BIPOLAR

El noveno largometraje del bilbaíno Álex de la Iglesia (4 de diciembre de 1965) tiene un arranque espectacular, sorprendente y magistral. Los títulos de crédito que funcionan como elipsis también son excelentes.

“Balada triste de trompeta” producida por Tornasol Films (Mariela Besuevsky y Gerardo Herrero) y distribuida por Warner llegará a las pantallas con muchas copias, más de 300, el próximo viernes.

“Balada triste de trompeta” comienza en la guerra civil y se desarrolla en 1973. Mezcla elementos históricos en un ambiente circense y acaba con el atentado a Carrero Blanco. Cuenta la historia de dos payasos (metáfora de las dos Españas) muy diferentes que se enfrentan por una mujer. Esta mujer siente atracción por uno y se siente segura con el otro. Son Antonio de la Torre, Carlos Areces y Carolina Bang. Los tres están muy bien, aunque quizá brillan más Areces y de la Torre por cuestiones de guión. Hay muchos secundarios y todos están muy bien.

La narración sufre varios baches y pierde el norte por momentos, llega a ser reiterativa, formando un conjunto descompensado, con escenas geniales y otras bastante flojas, se podría decir que es un film bipolar, donde la comedia y el drama están muy bien encajados, donde la parte fantástica funciona perfectamente, pero donde Álex de la Iglesia se mueve justo en el filo de lo ridículo, de lo incoherente a nivel estructural. Hay elementos maravillosos, pero el conjunto es descompensado (para poder exponerlo entraría directamente en el spoiler).

En “Balada triste de trompeta” hay elementos que recuerdan a “El día de la bestia” y a “Muertos de risa”, como afirma el propio Álex de la Iglesia componen una trilogía.

Hay mucha violencia, pero está muy bien encajada y rodada.

El film ha costado finalmente 6.000.000 de € y es una apuesta segura en la taquilla.

Puntuación de El Blog del Cine Español: 6

                                José López Pérez