CRÍTICA DE LA PELÍCULA “TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MI”. JONÁS TRUEBA DEBUTA TRAS LA CÁMARA CON UNA PROPUESTA SIMILAR A “ÓPERA PRIMA” DE SU PADRE FERNANDO TRUEBA

El debut de Jonás Trueba (Madrid, 1981) se entronca directamente con “Ópera prima” (1980), debut de su padre Fernando Rodríguez Trueba, conocido como Fernando Trueba, tanto por el estilo como por el tono.

“Todas las canciones hablan de mí” nos muestra a un Jonás Trueba más  personal y distanciado de sus anteriores trabajos como guionista, “El baile de la Victoria”  (2009) que escribió con su padre (un texto flojo y frío), “Vete de mí” (2006), “Más pena que gloria” (2001). Jonás llegó a participar como actor en “La buena vida” (1996).

En su debut tras la cámara Jonás ha escrito el guión junto a Daniel Gascón (Zaragoza, 1981), filólogo y escritor. El texto potencia las reflexiones sobre el amor y la pareja en un ambiente cultural, siendo los bares y la librería donde trabaja el protagonista dos de los puntos más visitados. En la narración suceden pocas cosas, el protagonista que es filólogo va dando leves bandazos para volver al principio. Es una historia de gentes cercanas a la treintena. El arranque nos muestra a los dos protagonistas (Bárbara Lennie y Oriol Vila) dubitativos, tras 6 años juntos han decidido separarse, pero no tienen las cosas muy claras. El tiempo las colocará en su sitio. Ramiro y Andrea siguen en contacto y quedan de vez en cuando. Ramiro tiene un grupo de amigos peculiar y trabaja en la librería de su tío, es filólogo. Andrea es arquitecta.

Hay solo un par de momentos de comedia.

La fotografía potencia el tono realista, buena labor de Santiago Racaj, habitual en las películas de Javier Rebollo (“Lo que se de Lola”, “La mujer sin piano”). En pantalla vemos un Madrid reconocible y transitado por la llamada comedia madrileña de los años 80.

Con producción de Tornasol Films, la compañía de Gerardo Herrero y distribuida por Alta Films (Enrique González Macho), “Todas las canciones hablan de mí”, se estrenará en España el próximo viernes 10 de diciembre.

Uno de los puntos fuertes de la película es su reparto. Destacan especialmente las féminas, desde una siempre atractiva Bárbara Lennie, sutil y con una bella sonrisa, hasta Miriam Giovanelli, Valeria Alonso e Isabelle Stoffei. Bruno Bergonzini está muy bien, con una voz peculiar, podría ser el Oscar Ladoire actual y junto a él están Ramón Fontseré, recordado por sus trabajos con el grupo teatral Joglars, como veterano librero y David Trueba, tío de Jonás, en una fugaz aparición. Me dejo para el final al protagonista, el catalán Oriol Vila (“Pájaros de papel”, “Mi vida en 65 minutos”, “El séptimo día”) que está correcto, aunque por cuestiones de guión, por momentos su indolencia resulte desagradable al espectador.

La música, básicamente jazz, es muy buena, obra del saxofonista valenciano Perico Sanbeat, entre lo sutil y lo rítmico, balancea y refuerza el tono de las escenas. Perico es uno de nuestros músicos de jazz con trayectoria internacional y cercano a encumbrarse.

El debut de Jonás Trueba da la sensación de un cierto Deja Vu pero contiene los suficientes elementos de buen cine que presagian películas más logradas.

Puntuación de El Blog del Cine Español: 6

                        José López Pérez

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