LA PELÍCULA “HABLAR” SE DESINFLA EN SU SEGUNDO FIN DE SEMANA EN LA TAQUILLA

Es una pena que una película como “Hablar”, dirigida por Joaquín Oristrell, pase completamente desapercibida por los cines porque es una película necesaria y valiente: necesaria, porque habla de la triste situación económica y social que lleva sufriendo nuestro país desde hace siete años, y valiente, porque está rodada en un único plano secuencia por antiguos alumnos de la escuela de Cristina Rota de la talla de Juan Diego Botto, Antonio de la Torre o Raúl Arévalo, entre otros.

En fin, “Hablar” ha perdido un 68% de espectadores en su segundo fin de semana sumando sólo 11.900€ a un total de 67.400€, por lo que difícilmente llegará a superar los 80.000€ de taquilla al final de su carrera comercial en cines. Menos mal que estamos ante una producción modesta, de 300.000€ de presupuesto, cuyos costes ya están amortizados con diferentes ayudas públicas y venta a las televisiones.

¿De qué va?

Nos contará en 90 minutos un total de 20 historias que giran en torno a la palabra y a la comunicación, y que se entrecruzan a lo largo de un recorrido de 400 metros: desde la madrileña plaza de Lavapiés hasta la Sala Mirador. Hablar es un viaje entre el teatro y el cine, rodada en un plano único y en continuidad de 80 minutos y medio kilómetro de recorrido, en el popular barrio de Lavapiés de Madrid. Los personajes hablan, discuten, ríen, lloran, amenazan, susurran, gritan, roban, se citan, se enfadan, se abrazan… y proponen al espectador una reflexión sobre el inmenso poder de la palabra.