La verdad, no entiendo la jugada comercial de Warner Bros de estrenar dos producciones españolas con tanto potencial como “La isla mínima” y “Relatos salvajes” con un número de copias tan medido, en ambos casos en 195 salas, lo que ha provocado que la película de Alberto Rodríguez, después de una buena campaña de promoción de Atresmedia, acumule 3,1 millones de euros en tres semanas, cuando a mi entender si se hubiera estrenado desde el primer día con 100 copias más superaría con creces los 4 millones de euros.
Y lo peor de todo es que el resultado de “Relatos salvajes” parece que será una decepción, al haber tenido una campaña publicitaria menos visible que “La isla mínima”, y viendo que ayer debutó en la sexta posición de las películas más vistas. Está claro que la mayoría de los espectadores no saben que es un “peliculón” y que se ha convertido en todo un fenómeno social en su país siendo la película más taquillera de toda la historia en Argentina. Mucho me temo que en su estreno en España la película de Damián Szifron se va a estrellar y recaudará poco más de 400.000 euros. De este modo, por muy bueno que sea su mantenimiento no aspira a recaudar más de dos millones de euros en los cines españoles.
Y no quiero ser suspicaz, hoy me he levantado con la pierna izquierda, pero Warner Bros sólo ha lanzado de esta manera productos comerciales como los dos mencionados en lo que llevamos de año, ¿por qué? ¿Puede ser porque son producciones españolas? ¿Puede ser que tengamos aquí un ejemplo del poder de las Majors?
