¿POR QUÉ CADA VEZ MÁS ESPECTADORES PREFIEREN VER EL CINE EN CASA?

Una de las principales razones de que cada vez vaya menos gente a las salas de cine en España es que muchos cinéfilos tienen en sus casas montados mini-cines que tienen más calidad de imagen y audio que muchos cines de nuestro país. ¡Y todo sin salir de casa! Además, nos olvidamos de tener que aguantar a personas hablando con el móvil en el cine como si estuvieran en el parque con los amigos, a otras comiendo pipas como si estuvieran en su casa, y no molestaran a nadie y, por último, a jóvenes y no tan jóvenes que se ponen a hablar cada cinco minutos como si estuvieran en la calle.

Hoy día es habitual tener en el salón de casa una televisión de más de 42 pulgadas con una buena resolución, e incluso, muchos amantes del cine también tienen en sus hogares proyectores al mejor precio y con una alta calidad de imagen, que permiten vivir el cine sin salir de casa, sin gastar dinero en gasolina, ni en las entradas, ni en las palomitas y refrescos que tan caros nos venden en las salas de exhibiciones.

Para una familia de cinco miembros, el matrimonio y tres hijos, esto supone un buen ahorro porque ir al cine les supondría sólo en entradas 35 euros, a lo que habría que sumar la gasolina del coche y la compra de refrescos y palomitas, con lo cual la salida familiar al cine nos saldría por más de 50 euros. Entonces, ¿qué familia española se puede permitir este gasto mensualmente cuando millones de familias no llegan a final de mes?

En resumen, los que viven del cine, exhibidores, productores y distribuidores, tienen que luchar por ofrecer algo diferente en una sala de cine que no se pueda recrear en el hogar de los espectadores. La última revolución, por llamarla de alguna manera, el famoso 3D ha sido más una “estafa” para aumentar el precio de las entradas de cine que un verdadero extra por el que valga la pena pagar. Un hecho que sólo han logrado películas como “Avatar” o “La vida de Pi”.