BRUSELAS OBLIGA AL GOBIERNO VALENCIANO A VENDER LA “CIUDAD DE LA LUZ”

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Las denuncias de los principales megaestudios de cine europeos que se iniciaron hace siete años de la mano del británico Pinewood (donde se ha rodado James Bond), denunciando competencia desleal por el sistema de financiación pública de Ciudad de la Luz, han dado sus resultados.

El pasado jueves el Tribunal General de la Unión Europea ha sentenciado que el Gobierno de Valencia deberá vender dichos estudios a manos privadas para recuperar una inversión de 274 millones de euros que califican de ilegal, ratificando la sentencia de Bruselas del año 2012.

Pero, ¿por qué es ilegal este complejo de 11000 m2 de platós, donde se ha llevado a cabo el rodaje de Lo Imposible entre otros? Según esgrime Joaquín Almunia -vicepresidente de la Comisión y responsable de la Competencia a nivel europeo-, “ningún inversor privado habría aceptado invertir en las mismas condiciones. Por lo tanto, la financiación pública suponía una ventaja que falseaba la competencia entre los principales estudios de cine europeos”.

De este modo, los estudios alicantinos que siempre han sido alabados por sus magníficas instalaciones permanecerán cerrados hasta que se revierta la inversión.
Recordemos que Ciudad de la Luz ha estado desde sus inicios envuelta en la polémica por acumular una deuda millonaria y por su mala gestión. Sin embargo, la Generalitat valenciana siempre ha afirmado que el macro estudio supone un impacto económico a la Comunidad que compensa con creces las pérdidas que genera.

Voces de la oposición afirman que será imposible reinvertir los 274 millones, pese a que el Presidente de la Generalitat Alberto Fabra afirma que ese es el valor de las instalaciones. Lo cierto es que los estudios han cesado su actividad y esto huele a instalaciones lamentablemente abandonadas y devaluándose con el tiempo.

Me pregunto dónde quedan los estudios de viabilidad y de mercado; y si esto será el inicio de una cadena de naipes en la Comunidad Valenciana con varias macro instalaciones surgidas de la megalomanía de los Zaplana, Camps, Fabra o Barberá; y cuya gestión es cuanto menos dudosa.

FUENTE: EL PAIS