Alfredo Montero demuestra con “La cueva” que el género de terror es perfecto para desplegar un talento que supla mayores recursos de producción. Despliega una sorprendente pericia técnica para vincular al espectador a este terror cavernoso.
La película nos recuerda inevitablemente a otros paradigmas del género de terror como “El proyecto de la Bruja de Blair” o la también producción española “REC”, donde la trama se desarrolla exclusivamente a través del visor de la cámara de uno de sus protagonistas.
La sencillez de este concepto es su debilidad y al mismo tiempo la fuerza de la película. Es una buena idea, y la claustrofobia inherente en la ubicación, acentuada por la cámara temblorosa traerá el horror por sí mismo. Logra generar un clima agobiante y descorazonador, salpicado de momentos de angustia, agobio e instantes aislados de tensión.
Existe en el metraje una gran dependencia al empleo de la cámara subjetiva, tanto que quizás sin tal recurso la historia puede que no hubiese funcionado.
Así mismo, esta producción es realmente notable en el plano técnico, a nivel de montaje, fotografía y sonido, está muy bien trabajado y ayuda a mantener al espectador sumergido en un agobiante contexto durante casi toda la trama.
Por otro lado, poco a poco, la historia revela un poco sobre cómo el hombre pierde su condición civilizada a medida que necesita imponerse a la naturaleza para sobrevivir. Los actores lo hacen estupendamente, cada uno muestra un rol protagónico muy marcado y ayudan a enganchar a la audiencia a la trama.
“La cueva” es un gran trabajo, resulta ser un ejercicio cinematográfico de lo más aceptable dado el bajo presupuesto con el que contaba su equipo, y al mismo tiempo estar realizada, prácticamente en su totalidad, en un mismo ambiente.
Nota El Blog de Cine Español: 7
Josmaira Quiroz
