Si es que estoy cansado de repetirlo, no vale la pena estrenar una película (“La hermandad“) con un número significativo de copias, en este caso 106, si no se invierte en publicidad y márketing para que la conozca el gran público.
De esta forma, este fin de semana tenemos dos ejemplos de producciones españolas para darse cuenta de lo importante que es un estreno una buena campaña de publicidad.
Por un lado, gracias a la promoción de Mediaset, “Ocho apellidos vascos” ha logrado aumentar su recaudación en cines en casi un 60%, lo que significa la mejor cifra de una película en lo que llevamos de año; mientras que “La hermandad”, protagonizada por Lydia Bosch, como se esperaba, particularmente no he visto publicidad sobre ella en ningún sitio, imagino que se habrán conformado con colocar algunos pósters de la misma en un número reducido de marquesinas en ciudades como Madrid y Barcelona, ha logrado el peor estreno del cine español de este 2014: 45.870 euros, es decir, un nefasto promedio de 441 euros por sala. Entiendo que la distribuidora de este film, al no contar con el apoyo de ninguna televisión, no puede invertir en una campaña tan grande como la de “Ocho apellidos vascos”, pero sí podría haber contratado algunos pequeños spots de televisión de unos 20 segundos en horario de gran audiencia.
De esta forma, no recaudará en cines ni 120.000 euros por lo que Lydia Bosch no cumplirá el objetivo de conseguir el éxito que sí ha logrado su compañera y amiga Belén Rueda en el género cinematográfico del suspense y el terror.
