CRITICA DE “LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA”, DE DANIEL SÁNCHEZ ARÉVALO

AzulOscuroCasiNegro fue un soplo de aire fresco, de esos que muy ocasionalmente vive nuestro cine y de los que emergen jóvenes directores para instalarse definitivamente en el star system de nuestros realizadores.

Sucedió en su día con Alejandro Amenábar y recientemente hemos visto casos a una menor escala, como Javier Ruíz Caldera, Guillem Morales o Fernando González Molina.

En un punto intermedio está Daniél Sánchez Arévalo, inteligente y meticuloso narrador de historias, cuyos textos son mucho más elaborados de lo que aparentan y con una encomiable determinación por hacer buen cine.

“Gordos” no fue suficientemente reconocida, pese a su complejidad y ser su trabajo más interesante, dotado de estilo y fuerte personalidad. Sí que es cierto que tras una primera parte sensacional, la ambición de DSA desemboca en una complicada maraña difícil de desenredar.

Después, como tratamiento a esa sobredosis de intensidad, surgió una película mucho más ligera y en mi opinión fallida. “Primos” se gestó con una estimable premisa: hacer cine comercial y a la vez de calidad. Le faltó la pegada y el estilo que había derrochado anteriormente.

Entre la complejidad de “Gordos” y la ligereza de “Primos” nace su último trabajo, “La gran familia española”.

DSA une un poderoso elemento históricamente cinematográfico como son los enredos de una familia desestructurada, que confluyen entorno a una boda (otro clásico). Esta vez sí, la complejidad de todo el entramado coral está hilada finamente, componiendo pieza a pieza un delicado puzzle magníficamente rematado en un acto final que firmaría cualquier película yankee.
Los momentos de intensidad hasta llegar al clímax con final sorpresa están perfectamente medidos. Hay emoción y un después en el corazón del espectador.

En ese aspecto, podríamos hablar de una mejora respecto a carencias que podían tener sus anteriores trabajos. Si algunos acusaron de pretenciosa a “Gordos”, aquí la honestidad impera en el resultado; y los que notaron un excesivo buenrollismo y tibieza en “Primos”, encontrarán algo más de cinismo en esta dramedia que, sin embargo, logra dejar un poso satisfactorio en el espectador.

Del elenco se ha alabado el trabajo impecable de Antonio de la Torre, pero yo quisiera reconocer la labor de Quim Gutiérrez, quien ha madurado hasta convertirse en una poderosa presencia de gran firmeza interpretativa.

En estas historias corales, las tramas juveniles suelen ser las más prescindibles, pero en esta ocasión ocurre todo lo contrario. Sorprende el buen hacer de los jóvenes actores.
Tratándose de una asignatura pendiente en nuestro cine y habiendo demostrado su buena mano con ellos, sería interesante que el director nos ofreciera en un futuro alguna película juvenil.

En cambio, la dirección de actrices sigue siendo el gran talón de Aquiles de DSA. Los personajes anteriores de Marta Etura o Inma Cuesta me parecieron superfluos y poco interesantes. Igualmente, el rol de Verónica Sánchez en “Gordos” daba la sensación de estar un paso atrás de los personajes masculinos.
En esta ocasión, Verónica Echegui compone una irritante actuación, tratando de exprimir al máximo un personaje de pocas aristas.

El ritmo no decae en ningún momento, salpicado de pequeñas genialidades -magnífico trabajo de montaje en la confesión a dos bandas de los dos jóvenes prometidos-, con otros más estridentes y fallidos -como el momento ralentí musical del personaje de De la Torre, su hermano e hija revuelven la casa para simular un robo-.
Al margen de algunos momentos cuestionables, se percibe el cuidado por el detalle y acompañan pequeñas aportaciones sensacionales (Raúl Arévalo, la anciana fumadora o la sublime prima choni-zorrona, merecedora de una spin off para ella sola).

La película contó con una engañosa campaña publicitaria que enfatizaba la vertiente cómica del film. No obstante, la gente que acudió a verla salió de las salas satisfecha y tengo la sensación de que la película (ha recaudado cerca de los 3 millones de euros) habría logrado mucho más en otro momento del cine español, cuando títulos mucho menores como “Días de fútbol” arrasaban.

PUNTUACIÓN: 7

2 thoughts on “CRITICA DE “LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA”, DE DANIEL SÁNCHEZ ARÉVALO”

  1. Esta película tiene el inconveniente de que,para ser comedia,o ser vendida como tal,funciona mucho mejor cuando se pone seria.De esa indecisión y de la excesiva importancia que se le dio a la trama futbolera en la promoción,cuando no era más que un elemento decorativo, creo que se saca la causa principal de que no haya roto en taquilla.El primer pilar para el éxito es dar a tu público lo que éste espera de tí.Quim Gutiérrez,De La Torre ,Patrick Criado y la chica con piercing se encuentran en estado de gracia,y la chica rubia y la nieta están muy correctas.Por contra,Verónica Echegui y Roberto Álamo están insoportables y el otro hermano que lleva barba es un pan sin sal.Hubiera venido de lujo que Raúl Arévalo hubiera interpretado alguno de los papeles principales,pero supongo que su presencia en Con el Culo al Aire y El Tiempo entre Costuras habrá impedido que su presencia no pasara de figurante carismático.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *