“El tiempo entre costuras” se ha convertido sin duda en el actual fenómeno televisivo.
Leyendo opiniones como la de nuestro colega Fernando Marañón, veo cómo frente el entusiasmo del público y productores, surgen algunas voces que apuntan a que tal vez una adaptación cinematográfica de la mano de un buen director podría haber dotado al relato de un mayor cuidado artístico, así como autenticidad y personalidad propia.
La lógica hacía presagiar que la epopeya de María Dueñas -el best seller español más vendido en los últimos tiempos y traducido a más de 25 idiomas- tarde o temprano iba a tener su evolución hacia la pantalla, ya fuera en cine o televisión.
Finalmente, Antena 3 se lanzó a adquirir los derechos del libro, y con uno de los presupuestos más abultados de la historia de nuestra televisión -se estiman unos 600 mil euros por capítulo- rodó la serie que hoy vemos cada lunes y que protagoniza una siempre solvente y bella Adriana Ugarte.
Más allá de una narración “televisiva”, una absoluta falta de personalidad y una vocación demasiado genérica para la que -es cierto- no se ha escatimado en medios técnicos; el resultado se ha calificado de insólito en nuestra televisión. Según muchos, jamás se había realizado una serie de semejante factura y calidad, lo cual no es del todo complejo ya que el nivel de nuestras series es paupérrimo (especialmente cuando se trata de abordar una super producción), si lo comparamos con Francia o Reino Unido.
En cualquier caso, se trata del estreno con más audiencia en Antena 3 desde hace 12 años y de las series de TV desde 2005.
Pero el murmullo que circula en los pasillos de Atresmedia es la más que probable futura adaptación al cine de “El tiempo entre costuras”.
Recordemos que al contrario de otras series, ésta cerrará el círculo con la emisión de su onceavo episodio, dejando al público con sed de más.
Como referente comparativo en cuanto a la adaptación cinematográfica de un best seller de semejante importancia y factura técnica nos debemos remontar al año 2006, cuando Agustín Díaz Yanes presentó ‘Alatriste’, basada en la obra de Arturo Pérez-Reverte.
Fue la película más vista de ese año, con cerca de 3,2 millones de espectadores y recaudando unos espectaculares 16,5 millones de euros, cuando el precio por entrada rondaba los 5 euros.
Tampoco le fue nada mal a la adaptación de otra serie de éxito: ‘Águila roja’. Pese a que su calidad no fue la esperada y muchos la calificaron de “un capítulo más”, fue una de las películas más vistas del 2011, rebasando los 3 millones de euros recaudados y con un gran éxito en su paso posterior por televisión.
¿Creéis que es buena idea adaptar “El tiempo entre costuras” al cine?
