CRÍTICA DE LA PELÍCULA “THE WAY (EL CAMINO)”: LA VIDA NO SE ELIGE, SE VIVE

Ayer por la noche, como os comenté por Facebook, emitieron en La 2 la coproducción española y americana “The Way (El camino)”, dirigida por Emilio Estévez y protagonizada por su propio padre en la vida real, el veterano actor Martin Sheen.

The Way (El camino)” es una road movie, con pocos diálogos, que parece casi un documental, patrocinado por la Xunta de Galicia, donde no faltan tópicos tan típicos de España como los toros, los San Fermines y el baile de los gitanos. Esta última escena es una de las peores del film porque resulta bochornoso ver al gitano, cuyo hijo le ha robado la mochila al protagonista, hablando tan tranquilamente, ¿en inglés?, con Tom Avery (Martin Sheen).

En “The Way” un anciano oftalmólogo, Tom Avery (Martin Sheen), con una vida tranquila y rutinaria, cuando descubre que su hijo de 40 años ha muerto mientras comenzaba a hacer el Camino de Santiago en Francia, un hijo con el que no mantenía una buena relación y que antes de marcharse a emprender este viaje le dijo a su padre: “la vida no se elige, se vive”, decide, una vez en Francia tras reconocer el cadáver de su vástago, hacer a pie el Camino de Santiago con las cenizas de su hijo en su mochila.

Durante el camino, a pesar de su humor agrio, entablará una gran amistad con un irlandés (que hace el Camino de Santiago para adelgazar y porque su mujer ya no quiere acostar con él por estar gordo), con una mujer canadiense (que esconde que su ex pareja le maltrataba), y con un escritor de guías de viaje que lleva una temporada sin escribir nada.

Aunque Emilio Estévez no brilla con este trabajo, si que logra aunar en la pantalla en parte lo que significa el Camino de Santiago: esfuerzo, compañerismo, dormir en pensiones junto a decenas de peregrinos, amistad, etc.

“The Way” logró funcionar bastante bien en USA (y en Australia) donde recaudó 4,4 millones de dólares, a pesar de estrenarse de forma limitada, mientras que en nuestro país no consiguió llegar ni a los 500.000 euros, por lo que podríamos deducir que es un film que llega más a los extranjeros que a nosotros mismos.

Para terminar, indicar que es curioso que en nuestro cine apenas se hayan realizado películas ambientadas en el Camino de Santiago (“Al final del camino”, “O Apóstolo”), cuando es conocido a nivel internacional, y tenga que venir un americano con su padre para hacer esta película en homenaje a su abuelo (emigrante gallego) y al propio Camino de Santiago.

Nota El Blog de Cine Español: 5.