El pasado día 14 de febrero, coincidiendo con el día de San Valentín, se entregaron los premios Goya de la Academia del Cine Español, siendo la película de Daniel Monzón “Celda 211”, la gran triunfadora de la noche.
Todo ello en una gala muy al estilo de Hollywood, con un Andreu Buenafuente genial como presentador de la misma. Hasta aquí todo normal: una cinta ganadora, una gala espectacular con sorpresa final incluida (la aparición-reconciliación de Pedro Almodóvar con la Academia) y un showman al frente de la misma, pero lo que la hizo diferente de las 23 pasadas ediciones fue la retransmisión completa sin publicidad. De aquí, el nombre de este artículo, gracias a no tener interrupciones para el teleespectador la ceremonia se convirtió en la más vista de todas las celebradas con un share del 26,4% y 4.656.000 espectadores, muy lejos de la gala del año pasado con tan solo un 20,8% y 3.370.000 espectadores. Hay que remontarse a 2005, en la que la gran triunfadora fue “Mar Adentro” para tener un seguimiento similar, que fue de un 24,5% aunque tan solo obtuvo 3.720.000 espectadores.
Dando una vuelta de tuerca, y remitiéndome de nuevo al título del artículo, la película triunfadora de los Goya del año pasado “Camino” dio la sorpresa al ser emitida el pasado martes 9 de febrero con un share del 19,2% y 3.516.000 espectadores. Al igual que la ceremonia de los Goya fue emitida sin publicidad, pero gracias en parte a ser la triunfadora de los Goya de 2009 fue el programa más visto del día.
Concluyo afirmando que los premios Goya tienen una gran popularidad en nuestro país, que además y bienvenido sea de paso, le dan a las películas ganadoras un gran prestigio y una mayor rentabilidad.
Artículo: Antonio David Peña Alcarria
