El aplaudido discurso de Concha Velasco tras recibir su premio honorífico, en el que narró su experiencia cuando Emma Suárez le arrebató el Goya a mejor actriz el año en el que estuvo nominada por Más allá del jardín (1996), no fue precisamente “original”, ni creado para la ocasión. Concha decidió tirar de memoria y repitió exactamente un extracto del mismo monólogo que hacía en Yo lo que quiero es bailar, la obra de teatro que representaba meses atrás en la Latina, haciendo un repaso a su vida.
Este detalle ha pasado desapercibido por los medios. En cualquier caso, la narración no podía ser más apropiada para la ocasión y ella estuvo sublime, tal y como acostumbra (desgraciadamente luego vino el bochornoso número musical a quitarnos el buen sabor de boca).