Desde los estudios, Anne Igartiburu espantosamente disfrazada vestida de ejecutiva.
La preocupante incapacidad dialéctica de varios actores en la alfombra roja (Casas, Paco León, MA Silvestre…)
Nieves Álvarez. Diosa. Pisotea, humilla y veja a todas las asistentes a la alfombra roja. Ni siquiera importa que no sepamos por qué está ahí: debe asistir siempre.
María Valverde, guapa y sosa por igual, a escala superlativa.
La periodista de ensaña con Mario Casas (de un guapo subido), remarcando cruelmente el hecho de ser protagonista de una película con 16 nominaciones…y no estar nominado. ¡Pero si han nominado hasta al vestuario!
Ángela Molina sobreactúa… también en la vida.
Javier Bardem muy cercano. Es encantador cuando la prensa no es tipo Sálvame…mañana le dejarán verde.
Horrible el lameculismo generalizado: nadie se moja en sus preferencias, con respuestas tipo “quedo bien con todo el mundo, no sea que pierda algún papel”.
Genial el trío de azafatos almodovarianos. Deseando el “aterrizaje” de Los amantes pasajeros.
Paula Echevarría dice que no ha visto “todas las nominadas a mejor película”, que son cuatro… Me surgen serias dudas existenciales: ¿Cuántas ha visto? ¿Es Paula académica?
Premio “¿qué pinta ahí?”: Malena Costa.
De profesión “asistente a los Goyas”: Dafne Fernández y Goya Toledo.
Concha Velasco de la clave del premio a mejor actor: José Sacristán, no por su interpretación en la película, sino por su trayectoria.
