Hemos tenido el placer de hablar con el creador malagueño Ramón Salazar, dedicado en exclusividad a pulir, acicalar y mimar “10.000 noches en ninguna parte“, su criatura más preciada, con la tranquilidad del trabajo bien hecho y de que lo más duro ya pasó.
Once años después de su potente presentación con “Piedras“, nos habla de su esperado regreso, mientras prepara su esmoquin para la gala de los Goyas.
Ramón, ¿en qué fase se encuentra “10.000 noches en ninguna parte”?
Recién terminada la mezcla en 5.1 de la banda sonora estamos de lleno en el diseño de sonido. Nos queda por delante mezclas finales y laboratorio. Después de tres años de proceso de producción ver el final tan cerca es algo orgásmico.
¿Es más difícil encontrar ayudas con una cinta íntima?
Si la película es de género aún tienes posibilidades de acceder a las televisiones o a las productoras. Si tu película trata de contar algo más personal o de explorar terrenos diferentes en la forma de rodaje, de trabajo con los actores o en la narrativa de la historia, casi con toda seguridad tendrás que recurrir a la autofinanciación. Así ha sido con “10.000 noches en ninguna parte”, hemos trabajado con todo aquello que podía aterrorizar a cualquier posible inversor; biografías para los actores en vez de guión, improvisaciones, historia en construcción y evolución a lo largo de dos años que ha durado el rodaje, Madrid, París, Berlín, equipos en los que cada uno asumía el trabajo de cinco, empleo de nuevas cámaras… Tras tocar varias puertas me di cuenta que o tiraba yo de aquél carro o no habría manera. Ha sido duro, durísimo a veces (como el rodaje de un mes en la nada amigable ciudad de París), pero he sentido la libertad de la creación por primera vez en mi carrera y este proyecto se ha convertido en algo importante e inolvidable en las vidas de todos los que hemos participado en él.
¿Qué le dirías a quienes creen que el cine español no debe recibir ayudas públicas?
Generalmente, los que son tan tajantes en su postura respecto a las ayudas, no saben defender su discurso si profundizas un poco más en ello. Hay una rabia propagandística contra el sector a la que muchos se han apuntado aprendiéndose la frase: “No quiero que mi dinero vaya a la mierda de cine español que se hace”. Generalmente esa gente no tiene idea de cine y lo que es peor, de a dónde va su dinero.
¿Qué nos puedes adelantar de la trama?
10.000 NOCHES ES ESTA FRASE: “Los lugares por los que no hemos pasado, aún nos están esperando”.
La has definido como incómoda, políticamente incorrecta y tu mejor obra.
Si es así, la he definido fatal. La película cuenta la historia de un viaje a una parte muy profunda del protagonista; resultará incómoda para aquel que no quiera explorar emociones enquistadas y para aquel que quiera saber de qué va la película en el minuto diez. Como buen viaje, debes dejarte llevar y disfrutar del recorrido y no querer llegar antes a los sitios. No es políticamente incorrecta, no me interesa la política en el cine (en el mío); es subversiva en lo emocional, emocionalmente incorrecta. No sé si es mi mejor obra, desde luego es la más personal; habla de una parte siniestra y aterradora de mí mismo.
Dentro de un carácter íntimo, tu cine se acompaña de grandes dosis de provocación. En ese sentido se dice que este trabajo no causará indiferencia.
En la vida me gustaría haber sido más espontáneo, más divertido y más transgresor (lo he conseguido muy pocas veces y a ráfagas, casi siempre bajo los efectos de sustancias que me desinhibían). A punto de cumplir 40 años y siendo consciente de que lo más excitante que tomo es té rojo, probablemente sigue habiendo una parte profunda e inconsciente en mí que desea poner lo más escandaloso y oscuro en sus películas. Probablemente soy un provocador sin el suficiente coraje para serlo del todo, como debe ser. Como este proceso ha durado tanto, he conseguido reprimir al censor que hay en mí y contar una historia más que de la historia de los personajes –como dice Susi Sánchez-, de sus almas. Y desde luego, las de esta historia, no son almas tranquilas; están atormentadas, inquietas, egoístas, que huyen y que llegan al lugar al que nunca se atrevieron a ir. Allí, las almas se liberan e intentan aprender a volar; pero como dice el protagonista de la historia: “es que no sabemos volar… y a veces se nos olvida”. Habrá quien ame y quien odie esta historia, en ambos casos será a muerte.
Repites con dos actrices opuestas: Najwa Nimri y Lola Dueñas. Andrés Gertrúdix completa el triángulo ¿Qué destacas de tu experiencia con ellos?
Todo el mundo piensa que son opuestas, pero yo siempre pienso que hay algo profundo que las une y las hace parecidas; son rebeldes, indomables y con una sensibilidad que estremece. En 10.000 noches… tampoco se produce ese encuentro que tanto ansío; no coinciden. Pero ya tengo desarrollada una historia en la que serán hermanas, compartirán todas las escenas y se amarán y odiarán a partes iguales; puro cortocircuito. Andrés Gertrúdix (con el que ya trabajé en “Piedras”) lleva el peso de la historia y es el único que ha estado en el proyecto los tres años que ha durado. Hace algo muy difícil para un actor, un personaje que no es capaz de tomar decisiones y los demás las tienen que tomar por él. El personaje de Lola tiene sorpresa y se mueve en un registro infantil y siniestro. Lola es una apasionada del cine, hace lo que sea por llevar a cabo su trabajo, en el caso de esta película se tiró a las gélidas aguas del Sena y se la llevó la corriente. Najwa hace su primer desnudo integral en cine; nunca la vi tan madura ni tan bien desde “Los amantes del círculo polar”. Pero en esta película hay una gran revelación y su nombre es SUSI SÁNCHEZ. UF.
¿Estarás en tu tierra, Málaga?
No. La película marcó su ritmo hace ya tres años y la vamos a respetar. La terminaremos con tranquilidad, en condiciones y como se merece. Luego llegará el momento de preparar su puesta de largo, pero de momento no vamos a correr por llegar a ningún sitio.
Hablando de festivales…aprovecho la ocasión para ponerte en un compromiso.
Se acerca la ceremonia de entrega de los Goyas 2013, premios a los que habías aspirado en dos ocasiones anteriores -nominado a mejor director novel por Piedras (2003) y a mejor guión adaptado por 3MSC (2011)- y en esta edición repites candidatura por “tengo ganas de ti”. Hay un debate entre cinéfilos respecto a lo previsible de las nominaciones -4 títulos se reparten el pastel-. ¿Qué opinas al respecto?
Lo malo del sistema “tachar todas las casillas de la favorita” hace que nos perdamos las pequeñas joyas que andan escondidas en el resto de las películas y que como académico hay que tener el compromiso de buscar.
¿Serías capaz de mojarte acerca de las 4 películas finalistas?
Blancanieves.
¿A quién habrías incluido en el grupo finalista?
“El muerto y ser feliz”, “Una pistola en cada mano”.
¿Qué cinta española del 2013 no te perderías por nada del mundo?
Cualquiera en la que esté Candela Peña.
¿Qué opinas de Torrente?
No consumo. Pero llena salas.
Por último, pregunta-autofelación, ¿conoces nuestra web?
Sí, que dijerais que ninguno de mis largos está a la altura de “Hongos” me partió el alma. Eso, y alguien que comentó que la primera foto de “10.000 noches en ninguna parte” parecía sacada de un catálogo de Ikea. Tenía razón.
Oscar TA
10.000 Noches en Ninguna Parte
